Esta tarde se conoció el veredicto unánime de «no culpabilidad» del jurado en un juicio que tuvo ribetes que llamaron poderosamente la atención de todos los presentes.
Rara vez se ha visto algo semejante en un juicio. La mamá del acusado y la mamá de la víctima, juntas, abrazadas, conmovidas y unidas bajo un mismo reclamo: «Inocencia para Figueroa y Justicia para Johnatan». «….Queremos que la fiscalía meta preso al verdadero culpable, que es el «Wichi» Romero, a quien vimos disparar…», fueron sus declaraciones.
La prueba de la fiscalía contra la autoría del acusado se desvanecía en pleno juicio y el jurado lo advirtió con toda claridad.
Inclusive, se vio en el debate que los familiares de ambos, víctima y acusado, expresaron su sentir con leyendas en sus camisetas -ver fotos-: las de los familiares del acusado pedían «Libertad para Juan Figueroa» y las de los familiares de la víctima pedían «Justicia por Jonathan Guerrero».
Unas y otras distaban de ser contradictorias, se complementaban. Ambas familias pedían lo mismo con diferentes palabras: «Que el jurado haga justicia con Johnatan y que libere a Figueroa», un joven injustamente acusado y preso durante dos años y medio.
La madre de la víctima,sentada junto a la madre del acusado, satisfechas con el veredicto de no culpable. |
Un juicio de tales características no siempre es fácil de conducir. Sin embargo, debe destacarse el profesionalismo del juez Elhart. La acusación estuvo a cargo de la fiscal Noemí Carreira y la defensa de Figueroa estuvo en cabeza del defensor oficial Horacio Martínez Ledesma, de notable desempeño.
Resumen de los hechos y del juicio:
Un grupo de cuatro jóvenes charlaba en la calle cuando fueron sorprendidos por disparos de arma de fuego. Tres de esos jóvenes resultaron heridos. Uno de ellos, Jonathan, recibió la herida mortal. Fue una alevosa emboscada. El otro integrante de este grupo de amigos, Juan Figueroa, resultó ileso. Según se probó durante el juicio, los agresores, liderados por una persona identificada como «Wichi» Romero, buscaban matarlo a él. Varios testigos vieron el suceso en forma directa, entre ellos la hermana de la víctima. Todos señalaron desde el primer momento a «Wichi» como el autor del homicidio e indicaron que Figueroa ni siquiera tenía un arma.
Luego de los alegatos de los abogados, el juez Elhart leyó al jurado las instrucciones sobre el derecho aplicable y les suministró un formulario de veredicto compuesto por tres opciones:
- Homicidio agravado por el empleo de arma de fuego -de acuerdo a la acusación de la fiscalía-
- Homicidio culposo -delito menor incluido en la acusación-
- No culpable -opción sostenida por la defensa del acusado-
Después de poco más de una hora de deliberación, el jurado anunció que había arribado a un veredicto y lo leyó en corte abierta:
«Nosotros, el jurado, encontramos al acusado Juan Figueroa NO CULPABLE».
Tras el veredicto del jurado, se vivió un momento conmovedor. Los familiares del muchacho muerto y del acusado se fundieron en un largo y emocionado abrazo. Tras ello, ambas madres intercambiaron sus remeras. La mamá de Guerrero se fue de los tribunales de San Martín con la remera que pedía «Libertad a Juan Figueroa». Y la mamá de Figueroa se fue con la remera puesta que pedía «Justicia por Jonathan Guerrero» .
Una célebre profesora de Derecho de California, la Dra Sunwolf, escribió cierta vez un bello pasaje que aplica perfectamente a este juicio:
“El veredicto de un jurado puede ser un acto de sanación. La función del jurado, entre las tantas que tiene, puede ser la de cerrar los eventos trágicos en la vida de una familia, sanar a las víctimas, reparar la injusticia y hablar por las masas. Los juicios por jurados son poderosas fuerzas en las vidas de tantas personas…”
Fuente: http://www.juicioporjurados.org/2017/05/san-martin-el-jurado-sostuvo-que-el.html?m=1