Damián llegó al Centro Psico Asistencial (CPA) con un diagnóstico relacionado con las adicciones y los rasgos psicóticos. No podía ser contenido. Un juez lo envió a esa Unidad de Agudos Judicializados en donde, en teoría, los pacientes debían pasar 15 días hasta salir del cuadro que motivó la internación. Pero Damián lleva más de ocho meses en ese lugar, ubicado detrás del Hospital Misericordia de la ciudad de Córdoba, en las instalaciones del ex Crom.
Desde entonces, como la treintena de personas enfermas que ocupan ese espacio, pasa 22 horas por día encerrado con candado en una celda junto a uno o dos enfermos, custodiado por policías, con baños muy precarios, una ducha para todos, colchones en el piso –sólo hay 10 camas–, sábanas para pocos y una “celda de contención” casi sin luz y hermética, en donde se suele poner a los que padecen crisis relacionadas con su enfermedad (Ver galería de fotos).
Conviven pacientes de 16 a 60 años, algunos de ellos violentos y acusados también por delitos.
“Nadie reclama por ellos porque muchos son gente sin familia, pobre, acostumbrada a vivir de cualquier forma. Salen media hora para cada comida, y el resto del día se lo pasan en las celdas, encerrados. Como no les dan cuchillos para comer, algunos se ayudan con la mano. Ya vienen con pocos hábitos, y aquí les siguen quitando más”, cuenta indignado uno de los profesionales que trabaja en el CPA. Habla con terror de ser mencionado con su nombre verdadero: teme represalias del Gobierno o de los policías del lugar.
Damián tampoco es Damián, pero espera que el juez invoque su nombre verdadero para autorizarlo a salir de allí en algún momento.
Deterioro. Ambos testimonios brindados a La Voz del Interior coinciden al pie de la letra con un informe realizado por Liliana Montero, Ricardo Fonseca y Marta Juárez. Los tres legisladores del Frente Cívico decidieron entrar al CPA el pasado viernes 6 de abril. No sólo fotografiaron lo que vieron y hablaron con los pacientes, sino que recibieron los reclamos de algunos de los profesionales que trabajan en el lugar. Las fotografías coinciden con otras a las que accedió este diario, y muestran que no hay exageración: colchones en el piso, instalaciones precarias, candados y rejas, falta de sanitarios.
“Me metí en la celda de contención y vi las paredes manchadas con excrementos. Salí con dolor de estómago”, cuenta Fonseca, uno de los que pudo entrar en el CPA.
Pocas palabras. Ayer, las autoridades no permitieron el ingreso de este diario a las instalaciones del CPA. Tampoco quiso hablar sin autorización oficial su coordinadora, María Elena Minique. Sólo admitió que “faltan cosas”, pero dijo que el informe de los legisladores es “parcial” y que “no valora el trabajo de los profesionales”.
En rigor, la denuncia dice lo contrario: que “los agentes más vulnerables al conflicto relacional entre salud y justicia… son los enfermeros”, quienes “deben lidiar con los escasos recursos disponibles tanto de materiales como del funcionamiento de las instalaciones en decadente estado”.
Y agrega que “en el período de internación, los pacientes no tienen contacto con el medio ambiente (sol, aire libre)”, y que prevalece “un ambiente carcelario”.
Desde el Ministerio de Salud se informó que se elabora un plan para “reducir la cantidad de camas en los hospitales monovalentes –como el Ipad o el CPA– e iniciar el proceso de traslado de pacientes a centros polivalentes”. Por ejemplo, al nuevo hospital de Cruz del Eje que se habilitará “en las próximas semanas”, con una primera etapa de “20 camas para pacientes con problemas psiquiátricos”. También contemplan “la refacción del CPA, avanzando en la generación de espacios de asistencia digna de los pacientes en conflicto con la ley penal”. A la vez, señalan haber comenzado conversaciones con el Poder Judicial para “eficientizar los procedimientos en relación a los pacientes judicializados”.
Sin embargo, nada se dice sobre el estado actual de los pacientes del CPA.
Como el Ipad
Traslados. Hace una semana se hizo público el gran deterioro del Instituto Provincial de Alcoholismo y Drogadicción (Ipad). Entonces trasladaron algunos pacientes al Hospital del Sur.
Visita. La semana pasada visitó el CPA el nuevo titular de Salud Mental de la Provincia, Osvaldo Navarro. Lo hizo en el marco de un plan que prevé obras de refacciones y apertura de camas psiquiátricas en el hospital de Cruz del Eje.
De terror
Castigo. Aún se sigue usando la celda de contención (izquierda) para los internados con crisis agudas, a los que no se puede controlar de otra manera. No tiene luz, y el único contacto con el exterior es una abertura de 15 por 15 centímetros.
Sanitarios poco sanos. Además del deterioro de algunos baños, y de que hay una sola ducha para los 30 pacientes, el único calefón disponible se puede ver a la derecha. Está instalado de una manera muy precaria, y se pueden ver los caños de gas sobre la pared.
Fuente: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/pacientes-encerrados-22-horas-dia