Selene Palavecino, la «tanatóloga» que asistía a Marcelo Tomaselli y se presentó como su sicóloga, tenía horarios y condiciones especiales para entrevistarse con él en su lugar de detención.
El juez de Control de General Pico, Diego Ambrogetti, prefirió no dar explicaciones públicas acerca del permiso otorgado a Selene Guadalupe Palavecino, que se presentó públicamente como tanatóloga y a cargo del tratamiento sicológico en su lugar de detención a Marcelo Javier Tomaselli, el homicida de su pareja, Carla Figueroa.
Sin embargo, desde el juzgado dejaron trascender una orden del juez a la policía para que “arbitre los medios necesario a fin de dar cumplimiento a lo peticionado” por el defensor del imputado, Walter Vaccaro, a fin de “recibir ayuda espiritual” de parte de Palavecino.
La mujer, una joven piquense de 28 años, acompañó a Tomaselli durante el reportaje que esto otorgó a un medio de esa ciudad en las oficinas de la comisaría Tercera de General Pico. En la charla, que se publicó el 9 de abril y tuvo repercusión en la prensa nacional, el imputado aseguró que “volvería a matar” a Figueroa y mencionó varias veces la posibilidad de sucidarse.
La mujer se presentó como sicóloga, tanatóloga y programadora neurolinguística. Afirmó que fue autorizada por el fiscal y el juez de la causa a brindar tratamiento sicológico al acusado. Sin embargo, El Diario pudo comprobar que no está matriculada en la provincia y los títulos que tiene no la habilitan para ejercer como sicóloga.
La sicóloga “trucha” es estudiante de sicología social -un título que no le permite realizar tratamientos- en un instituto privado porteño. En ese sitio, completó un curso de un año de tanatología (estudios sobre el fenómeno de la muerte) y de cuatro meses sobre neurolingúistica.
El Colegio de Psicólgos de La Pampa recibió la inquietud de dos profesionales de Pico la semana pasada. Y hoy, en reunión de la comisión directiva, analizará el tema y los pasos a seguir. Algunos integrantes mencionaron la posibilidad de sacar una solicitada y también enviar una nota de queja al Superior Tribunal de Justicia.
“Ayuda espiritual”
Palavecino había declarado que asiste a Tomaselli desde febrero. Fuentes policiales confirmaron a El Diario que tenía horarios y condiciones especiales para ver al detenido y, de ninguna manera, ingresaba a lugar en los horarios y la duración prevista para visitas comunes o de familiares.
Consultado por el Diario, el juez de Control, Diego Ambrogetti, prefirió no dar explicaciones públicas sobre el tema.
Sin embargo, desde tribunales se difundió una nota fechada el 16 de marzo de este año, con la firma de Silvana Noemí Bosco, jefa de la Oficina Judicial de los tribunales de Pico, dirigida a la Unidad Regional I.
“Tengo el agrado de dirigirme a usted a fin de hacerle saber que en Legajo Nº3535 caratulado: Ministerio Público Fiscal c/Tomaselli, Marcelo Javier s/ Homicidio Agravado, el dr Diego J. Ambrogetti -juez de control sustituto- ha dispuesto que, ajustándose a la normativa de tratamientos de detenidos en unidades de orden público, abitre los medios necesarios a fin de dar cumplimiento a lo peticionado por el defensor oficial Dr. Walter Vaccaro, en relación a la solicitud del detenido Marcelo Javier Tomaselli para entrevistarse con la Sra. Selene Guadalupe Palavecino a fin de recibir ayuda espiritual, adjuntándose copia simple de la presentación a los fines ilustrativos”, dice la nota.
Con la copia del oficio que circuló se pretendería aliviar la responsabilidad del funcionario judicial y cargar las tintas en los jefes policiales del sitio dónde permanece detenido Tomaselli, la comisaría Tercera de Pico.
La entrevista a Tomaselli se hizo pública el pasado 9 de abril y, luego de esa fecha, cuando Palavecino contó abiertamente que estaba cargo del tratamiento sicológico, la mujer siguió asistiéndolo sin interferencia de la justicia, según contó.
Según fuentes judiciales, Tomaselli habría recibido asistencia psicológica y psiquiátrica con profesionales del Hospital Centeno, ordenada por la Justicia, en dos oportunidades. El 21 de marzo lo habría atendido un psicólogo en el Hospital, quien indicó un tratamiento y puso fecha para las próximas visitas. Sin embargo, no continuó porque la policía no habría cumplido con los traslados al hospital, según la mismas fuentes.
Sin título
Palavecino reveló a El Diario que tuvo que presentar fotocopia de sus estudios en los tribunales para que le diesen el visto bueno para asistir a Tomaselli. Mencionó al juez Ambrogetti y también al fiscal Alejandro Gilanderghi.
Sin embargo, la mujer no está matriculada para ejercer la profesión en La Pampa. Además, se encuentra cursando sus estudios de Psicología Social en un centro privado de Capital Federal y aún no egresó. Por si fuera poco, la carrera de Psicología Social no tiene reconocimiento oficial y el Colegio de Psicólogos advierte inclusive que, si los egresados de ese tipo de carrera abren consultorios y atienden pacientes, ejercen en forma ilegal la profesión.
Según informaron en la secretaría del instituto privado porteño, Palavecino culminó el año pasado en el CENSI, Centro de Humanidades, un curso de Tanatología, de un año de duración, y de Neurolingüística, de cuatro meses. El centro privado no pide el secundario completo como condición para cursar los estudios superiores.
“Por algo será”
A partir de la repercusión nacional del caso de Carla Figueroa, asesinada el 10 de diciembre del año pasado luego de que la Justicia otorgara el avenimiento para que se pudiese casar con su victimario, Tomaselli, a quien había denunciado por violación, Palavecino se interesó por saber si el imputado contaba con asistencia psicológica.
Como le respondieron que no, la mujer se contactó con un hermano de Tomaselli y luego con el defensor del acusado, Walter Vaccaro, y éste gestionó su pedido ante el fiscal y el juez de Control del caso. A partir de la autorización de los funcionarios judiciales, en febrero comenzó a visitarlo en las celdas de la Seccional Tercera de Policía de Pico, donde permanece alojado.
“Soy tanatóloga, psicodramatista, programadora neurolingüística y psicóloga”, había asegurado en una entrevista del Diario La Reforma. Cuando le preguntaron la razón por la cual pidió asistir a Tomaselli, respondió: “Porque soy profesional y este es mi trabajo. Lo asisto como lo tendría que haber hecho cualquier profesional porque para eso estudiamos. Nosotros estudiamos para ayudar a la gente y no para juzgarla”.
La joven piquense atendió el sábado último, desde Buenos Aires (viaja en forma periódica a Pico), la consulta telefónica de El Diario.
– ¿Cuándo fue la última vez que habló con Tomaselli? -le consultó El Diario en esa oportunidad.
– Hace dos días. Su estado emocional no es positivo.
– ¿Está realizando un tratamiento sicológico con usted?
– Sí. Desde febrero.
– ¿Es un tratamiento profesional?
– Sí.
– ¿Quién la autorizó a realizarlo?
– El juez y el fiscal. No es que lo empecé a asistir cuando yo quise. Presenté el título. Tuve que esperar la autorización.
– ¿Qué títulos presentó?
– Tanatóloga y programadora en neurolinguística.
– ¿Son títulos universitarios?
– Sí.
– ¿De qué Universidad?
– No te lo puedo decir. No tengo problema en mostrarlos personalmente, cuando vaya a Santa Rosa.
– ¿Por qué no me lo puede decir?
– Tuve un problema en Pico. Hay una persona que empezó a hablar de mi vida privada, cosa que me molestó bastante. Si no saben dónde estudié no pueden tener una calificación.
– Por eso le pregunto, para aclarar dónde estudió…
– Está bárbaro el trabajo de ustedes. No lo veo mal. Pero si a mí me autoriza un juez y un fiscal, debe ser por algo. Estudié en Buenos Aires. Mañana (por hoy) estoy en Santa Rosa si quieren ver el original.
– ¿Esos títulos la habilitan para hacer un tratamiento a una persona?
– Sí, sí…
– ¿Está matriculada en La Pampa?
– Sí… ¿Me podés llamar más tarde? Ahora estoy trabajando.
Una hora después, El Diario retomó el diálogo telefónico.
– ¿Está matriculada en La Pampa? -insistió El Diario.
– No.
– Hoy me había dicho que sí.
– Comunicate con el doctor (Walter) Vaccaro. No tengo ningún problema. Comunicate con él, te va a explicar cuál es mi trabajo.
– Pero sobre su trabajo le pregunto a usted.
– Yo solamente lo asisto. No hago otra cosa.
Fuente: http://www.eldiariodelapampa.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=107160:sicologa-trucha-el-juez-dijo-que-la-habilito-para-brindar-qayuda-espiritualq&catid=61:locales&Itemid=2#.T47PUno-wzl