La semana pasada, el Tribunal Superior de Justicia de Neuquén declaró inconstitucionales una serie de artículos del Código de Faltas porque violentaban, entre otros principios, el derecho de defensa. A partir de ahora los acusados tendrán más garantías, y los jueces de Paz deberán fundamentar por qué dictan la condena.
De acuerdo con las estadísticas del Poder Judicial, el año pasado se iniciaron 4.146 causas en toda la provincia por presuntas violaciones al Código de Faltas. El 46,1% terminó en condena (click aquí para ver las estadísticas completas en pdf).
Es decir que 1.911 personas fueron encontradas culpables y algunas terminaron presas al menos por un día. La desproporción es evidente: por causas penales hay 340 condenados en toda la provincia (otros 180 no tienen sentencia firme). La naturaleza de los hechos es distinta, pero también el modo de juzgarlos: un caso penal se basa en pruebas, el acusado tiene defensor y la sentencia está fundada. En el plano contravencional nada de eso es obligatorio.
Para el defensor oficial Fernando Diez, el Código de Faltas “es un elemento de control social y es discriminatorio, porque apunta a una clase social determinada”.
Diez presentó, junto con el ex defensor y ahora juez Andrés Repetto, la acción de inconstitucionalidad contra varios artículos del Código de Faltas. La elaboración estuvo a cargo de alumnos de derecho. La semana pasada, el Tribunal Superior hizo lugar al planteo.
Además de darles más garantías a los imputados, el Tribunal decretó inconstitucionales los artículos que permitían detener a quienes se encontraban en estado “escandaloso” en la vía pública, por ebriedad o consumo de estupefacientes.
Algunos interpretaron que ahora la policía tiene las manos atadas para actuar. ¿Qué opinión le merece? –le pregunté a Diez.
“Si la policía tiene las manos atadas para violar la Constitución, está bien, siempre debería ser así”, respondió.
Según el defensor oficial, “la mayoría de los procedimientos son contra chicos de los barrios que toman cerveza en la esquina porque no tienen plata para viajar al centro. Siempre en esos operativos hay algún problema, y lo que era una cuestión contravencional se convierte en penal, porque se abre una causa por resistencia a la autoridad”, explicó.
Algo similar destacó el juez de Necochea Mario Juliano en esta columna de opinión: “Las detenciones por averiguación de identidad o antecedentes, o por cualquiera de los motivos que ahora el TSJ neuquino ha declarado inconstitucionales suele prolongarse por algunos días u horas, ocasión en la que los individuos privados de la libertad permanecen en un limbo jurídico, sin controles de ninguna índole, expuestos a ser víctimas de atropellos que, en ocasiones, han llegado a episodios de gravísimas características. Recordemos que una de las principales causas que tiene pendiente el Estado argentino, la muerte de Walter Bulacio, se originó en la posible comisión de una falta”.
Por último: Según las estadísticas oficiales, el año pasado se abrieron 4.146 causas contravencionales en toda la provincia, apenas por debajo de las 4.187 labradas en 2010.
Las condenas subieron ligeramente: fueron 1.911 contra 1.906, comparando un año con el otro.
La ciudad de Neuquén es la que concentra el mayor número de causas: 1.420 en 2011. Suena coherente, porque es la más poblada de la provincia. La segunda ciudad en cantidad de causas contravencionales abiertas es Rincón de los Sauces: 569. Y la tercera Las Lajas, que pese a tener 5.000 habitantes, tramitó 266 causas por violaciones al Código de Faltas, muchas más que Centenario, Cutral Co y Zapala, las ciudades más pobladas de la provincia después de la capital.
Las estadísticas no discriminan por tipo de faltas, aunque los especialistas coinciden en que la mayoría son por ebriedad.