San José, Costa Rica, 27 de abril de 2012. Ayer se cumplieron catorce años del asesinato de monseñor Juan Gerardi, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Guatemala y coordinador del Proyecto Interdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI). Mediante este extraordinario esfuerzo eclesial, emprendido por monseñor Gerardi cuando presidió la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG), se recopilaron los testimonios de las violaciones a los derechos humanos acumuladas entre 1960 y 1996, año en el que se puso punto final al conflicto interno.
16 meses después de la firma de la paz, el 24 de abril de 1998, se publicó el informe Gerardi denominado Guatemala : nunca más. Por primera vez en Guatemala, las voces de las víctimas fueron escuchadas y legitimadas y también se establecieron las responsabilidades de las fuerzas de seguridad gubernamentales y las organizaciones insurgentes. El informe fue entregado en un masivo acto público en la Catedral Metropolitana en el que estuvo presente IIDH. Dos días después, monseñor Gerardi fue asesinado brutalmente a la entrada de su residencia en el centro de la ciudad de Guatemala. Tras un complejo proceso de investigación judicial en el que la justicia guatemalteca sorteó innumerables obstáculos, los autores materiales del crimen fueron condenados a prisión, sin embargo tanto la ODHAG como sus familiares aseguran que aún debe investigarse más para lograr el pleno esclarecimiento de los hechos y las responsabilidades.
En IIDH conocemos de sobra la admirable historia de la ODHAG, la que fue establecida hace 25 años con el acompañamiento del Instituto para constituirse en uno de los mayores legados de monseñor Gerardi a la sociedad guatemalteca, junto con el informe del REMHI. Desde hace diez años es dirigida y liderada por el abogado Nery Rodenas, quien se postuló al puesto de Procurador de los Derechos Humanos y, junto con otras personas, se sometió al proceso de selección ante la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la República. En ese proceder constitucional, el 23 de abril, en una audiencia pública en la que se escucharon objeciones contra los candidatos, un militar retirado, procesado judicialmente por el asesinato de monseñor Gerardi, aseguró irresponsablemente que la ODHAG es un “cuerpo ilegal y aparato clandestino de seguridad” encabezado por el señor Rodenas y que había sido «amenazado de muerte» por esa entidad eclesial. Paralelamente interpuso una demanda penal en contra del señor Rodenas. Inmediatamente emergió la voz del Arzobispo de Guatemala en defensa de la historia, servicios y misión de la ODHAG y de su Director.
Toda la infamia proferida contra la ODHAG y su Director, tiene las finalidades de poner punto final a la legítima candidatura de Nery Rodenas a la Procuraduría de Derechos Humanos y a desvanecer la sólida figura de Juan Gerardi Conedera en la historia de los derechos humanos en Guatemala. Ante estas acusaciones irresponsables, sin asidero, IIDH reconoce y destaca la extraordinaria labor de la ODHAG durante 25 años y la impecable trayectoria de su director Nery Rodenas, un profesional comprometido verdaderamente con la protección legal de los derechos humanos.
Gracias a las palabras que nos dijo monseñor Gerardi, a fines de 1996 en IIDH, comprendimos que la firma de la paz del 29 de diciembre de ese año «debe de estimular a la sociedad guatemalteca a aprovechar la oportunidad única de construir una democracia vigilante de los derechos y deberes de la ciudadanía guatemalteca responsable ante poderes sometidos a la ley constitucional y a sus valores esenciales. En fin, comprometidos a preservar la justicia por igual», en Guatemala.
Información y Centro de Documentación
Instituto Interamericano de Derechos Humanos