El ex convicto acu­sa­do del cuá­druple crimen ocurri­do en Hudson, en el partido de Berazategui, que en el momento de la masacre estaba violando el régimen de salidas transitorias laborales concedido por un juez de esta ciudad, no estaba listo para salir de la prisión. Así lo reveló un informe del Servicio Penitenciario Bonaeren­se (SPB), que había desaconse­jado el otorgamiento de ese beneficio.

En efecto, el 5 de enero pasado, el director de la cárcel de Gorina, donde estaba detenido Diego Alberto Arballo Peroti, actualmente prófugo y acusado por el homicidio múltiple, y otros funcionarios del sistema penitenciario bonaerense suscri­bie­ron un acta en la que dicta­minaban la «inconveniencia» de incluir al reo en el sistema de salidas transitorias laborales.

En ese documento, destinado a la lectura del juez de ejecución penal José Villafañe, los funciona­rios también sugerían que se eva­lua­ra «durante un tiempo pruden­cial» el desenvolvimiento del condenado, de 33 años de edad, en las salidas de integración familiar que ya le habían sido concedidas.

A pesar de este informe y de que, en marzo pasado, Arballo Peroti (condenado a 12 años de prisión por tres robos con armas) violó el régimen al no volver a la cárcel y debió ser recapturado, el magistrado le concedió, el mes pasado, el beneficio de salidas laborales que había sido desaconsejado por el SPB.

«Alevosía»

En el momento en que ocurrió el múltiple crimen, Arballo Peroti estaba nuevamente violando las condiciones de su régimen de salidas transitorias.

Ahora está prófugo, acusa­do de los «homicidios con alevo­sía» de su novia Lorena Sosa, 20 años; de su hija Jazmín, de 3 años, y del padre y el medio hermano de la joven, Juan Pablo Sosa y Javier Lucce, respec­tivamente.

Un supuesto cómplice, Leonel Soria, 20 años, está detenido, y será interrogado hoy por la fiscal que investiga el horrendo múltiple crimen, María de los Angeles Attarian Mena.

La tragedia ocurrió en las dos casas en las que vivían las cuatro víctimas, situadas en la calle 59 del barrio Kennedy Sur, de la localidad de Hudson.

De las autop­sias y otros estudios ordenados por la fiscal se despren­de que los asesinos ultimaron a sus víctimas con ele­men­tos punzan­tes, cortan­tes y contundentes.

Las armas homicidas serían un pico, una maza y dos cuchillos que fueron secuestrados por la policía en la escena de la masacre.

Los cuerpos fueron enterrados en un pozo ubicado junto al costado de la propia casa donde ocurrió el cri­men, y descubiertos por familiares y vecinos que sospecharon que algo malo había ocurrido cuando transcurrieron varios días sin que ningún miembro de la familia apareciera por el barrio. De hecho, el propio Arballo Peroti se había instalado en la casa, y dijo a los familiares de su novia que ella y los demás le habían vendido la propiedad y se habían mudado, según varios testimonios recaba­dos por LA NACION.

Attarian Mena presentó ayer un pedido de detención formal de Soria, que ahora deberá considerar el juez de garantías que entiende en la causa. La fiscal ahora evalúa qué figura le cabría a un menor de 14 años que, según los datos recogidos en la pesquisa, también habría partici­pado del horrendo crimen.

Las autopsias realizadas sobre los cadáveres determinaron que los Sosa murieron entre seis y diez días atrás. Familiares de las víctimas dijeron a La Nacion que la última vez que vieron con vida a alguna de ellas fue el miércoles pasado. Esa misma noche, los vecinos vieron a los acusados cavar el pozo que luego serviría para enterrar los cuerpos.

La Nacion quiso ayer consultar a la presidenta del Colegio de Magistrados y Funcionarios de la Provincia de Buenos Aires, Mar­ga­rita Tropiano, sobre los pará­me­tros que siguen los jueces bonae­renses a la hora de otorgar o negar el beneficio de salidas transito­rias, pero voceros de la entidad dijeron que no haría declara­ciones.

INDAGAN AL ACUSADO DEL TRIPLE ASESINATO
El sargento retirado de la Policía Federal detenido por el triple crimen de Bernal, Juan Guillermo Moreno, de 44 años, será indagado hoy en los tribunales de Quilmes. Ayer se supo que las víctimas fueron ejecutadas de ocho balazos. El dueño de casa y supuesto blanco principal del ataque, Guillermo Mouzo, de 46 años, presentaba un solo disparo en la cabeza; su amigo Sergio Farinola, de 40, dos tiros, y con quien más se ensañó el asesino fue con el otro amigo, Gabriel Vilar, de 35, quien recibió cinco balazos. Moreno está imputado de homicidio simple en concurso real con doble homicidio calificado.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1469949-hudson-surgen-mas-irregularidades