Antropólogos guatemaltecos declararon ayer en el juicio por genocidio contra ex jefes militares, cometido durante el conflicto armado que terminó en Guatemala en 1996. Los científicos dijeron que los casos incluyen niños que murieron de hambre y frío en las montañas al intentar ocultarse del ejército. José Suasnavar, subdirector de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) dijo que “los testimonios más tristes que escuché son de las personas que vivían en las Comunidades de Población en Resistencia o que se iban tratando de huir de las áreas en conflicto, muchas muriendo de inanición o de frío”, dijo. La referencia territorial corresponde al área Ixil, que comprende una amplia región montañosa ubicada dentro de tres municipios del selvático departamento de Quiché, donde ocurrieron algunas de las peores matanzas de población civil a principios de los ’80, la época más grave del conflicto armado interno que duró 36 años, según dos informes, uno de ellos auspiciado por la ONU. “El área de Ixil es donde más trabajamos. La concentración de víctimas allá es muy grande”, afirmó el científico. Suasnavar dijo que las víctimas que fallecieron en estas circunstancias podrían oscilar en un número de entre 500 y 600, la mayoría niños. Explicó que la mayoría eran “los desplazados” internos, que abandonaban sus comunidades y huían a las montañas para tratar de escapar de la política de “tierra arrasada” ejecutada por el ejército en su estrategia de lucha contrainsurgente. De acuerdo con el Fondo de Población de la ONU, en Guatemala hubo 242.000 desplazados internos, y otras organizaciones sitúan esa cifra en un millón. Los tribunales guatemaltecos resolvieron juzgar por el delito de genocidio al general golpista Efraín Ríos Montt.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-193864-2012-05-12.html