Los recursos que Estados Unidos destina a la lucha contra el lavado de dinero reflejan que el tema dista de ser una prioridad para el gobierno del presidente Barack Obama, denunciaron hoy expertos.
El ex procurador del estado de Arizona, Terry Goddard, expresó en un foro celebrado en esta capital que si bien la administración de Obama ha implementado políticas y programas para confrontar este fenómeno, los hechos demuestran una desconcertante actitud.
“Si se ve el presupuesto para operaciones de defensa en la frontera, éste es mucho mayor que lo que se destina para atacar el lavado de dinero”, dijo Goddard sobre los fondos para las oficinas de Aduanas y Migración.
Goddard, un reconocido experto a partir de su trabajo en Arizona, comentó que estos esfuerzos resultan aislados y sin el amplio alcance que se requiere para confrontar el lavado de activos de manera efectiva.
“Los recursos se deberían poner donde se necesitan, en la punta de la pirámide del factor que tiene el mayor impacto para desarticular al crimen organizado, desde las mafias hasta los carteles en Cartagena”, señaló.
Empero, tanto los montos de recursos, así como los vacíos en las leyes financieras que posibilitan este ilícito, reflejan que el combate al lavado de dinero “no es una prioridad para el gobierno federal”, precisó.
Tanto Goddard, como Peter Fritch, excorresponsal en jefe del Wall Street Journal en México y socio de la firma consultora Fusion GPS, aludieron también las inconsistencias en la persecución de este delito.
Fritch demandó que los bancos y las casas de cambio “que facilitan” el lavado de dinero de los cárteles de las drogas “deben ser castigados”.
Goddard insistió en la necesidad de que haya un enfoque nacional sobre este problema y exista una reforma a fondo del sistema financiero, “de modo que el lavado de dinero no sea tolerado”.
“El mensaje que estamos enviando… es que, a pesar de que sucede frente a nosotros, mucho de lo que pasa es aparentemente tolerado, sin castigo, excepto para los peces chicos”, manifestó.
Eric Olson, director adjunto del Centro México del Instituto de Estudios Woodrow Wilson que organizo el foro, dijo que si bien el problema del blanqueo de activos es público, sus alcances son desconocidos.
“Sabemos que es un problema grande, pero no cuán grande es y cómo evoluciona”, indicó en su turno.
Como prueba de ello, Olson refirió que aunque se sospecha que mucho del dinero de los cárteles mexicanos va a México, no existen datos precisos que lo respalden, por lo cual todo se resume a estimaciones.
“Al final del día no sabemos cuánto del dinero que se genera en Estados Unidos va a México; algunas estimaciones apuntan que 20 por ciento”, mencionó.