Faltaba poco tiempo, muy poco, para su libertad. Escribía, pensaba y tenía planes. Se suicidó en una celda donde estaba solo. ¿Se suicidó? La sociedad está asustada por el desborde del delito y focaliza mal, muy mal sus miedos. Debería ver la prevención que no existe, las inversiones que nunca llegan, un Gobierno que se llena la boca sobre no reprimir y termina generando la violencia de la anarquía desconducida y un sistema penitenciario que, con sus excepciones, que las hay, da lástima y se transforma en una formalidad que de justificación a asesinatos del sistema.
La sociedad habla de una manera frente a los micrófonos y de otra cuando estos se apagan. La sociedad está asustada y en sus miedos, piensa que el mejor delincuente es el delincuente muerto. Lo mismo pensó una gran parte de esa misma sociedad, solo que otra generación, allá por los 70. Luego sintió culpa por desatar los 4 jinetes de la Apocalipsis y al comprender que no toda diferencia ideológica era terrorismo, pero que la muerte y el asesinato podía alcanzar indiscriminadamente a todos. Porque, digamos las cosas como son, las sociedades, en general no se hacen cargo de sus propias miserias y prefieren barrerlas bajo la alfombra antes que reconocerlas.
David Dubra. Estaba condenado por diversos delitos menores. ¿Era culpable? Si. ¿Quería reencauzar su vida? Si. Claro que para eso, pensaba y criticaba el sistema de represión del penal en Chubut donde estaba recluido, esperando su muy pronta libertad. Ahora bien… ¿Hay que estar de acuerdo con todo lo que David Dubra pensaba para que por eso alguien intente explicar un suicidio que evidentemente no fue? El que piense que la ideología de un preso, que cumple su condena, es el marco referencial para aceptar o rechazar su derecho a vivir, está equivocando profundamente su supuesta aceptación de la diversidad que debe aceptar y propiciar una auténtica democracia. De hecho, David
Dubra, denunciaba lo que veía, aún cuando el silencio habría sido más cómodo y menos riesgoso, porque la libertad lo esperaba en muy poco tiempo.
Una parte del sistema carcelario le permitió a David Dubra escribir, acceder a Internet, a pensar y a tener su propio Blog. Otra parte, lo asesinó. ¿O alguien puede pensar que luego de 12 años de detención y a poco de salir de prisión y reencontrarse con su esposa se va a suicidar en la soledad de su celda? Solo con leer lo que al final serían sus últimas reflexiones, puede concluirse que la Justicia debería analizar con extrema seriedad esta muerte. Por buena conducta había obtenido la libertad asistida, y pidió cumplirla en Marcos Paz para estar cerca de su familia. 20 días antes de su presunto suicidio ya estaba concedida, pero la medida no se ejecutaba. Casi en libertad, buena conducta y con un traslado resuelto y cerca de su familia… ¿Se suicidó?
Un periodista, Gabriel Genri, describió la situación en que se hallaba el joven David Dubra, que apareció ahorcado en su celda del Penal de Rawson, presuntamente «suicidado». Sus familiares y algunas Ongs descreen de esa versión y sostienen que el recluso, a principios de enero, «escribió su última publicación bajo el título “REPRESIÓN, AISLAMIENTO Y MUCHO SILENCIO» (se transcribe al final de esta misma nota) y que allí «hizo públicas diversas situaciones de violaciones a los derechos humanos como golpizas a los detenidos, y la complicidad del cuerpo médico del penal».
Genri publicó su artículo en Facebook, donde hay numerosos comentarios sobre el caso, que investiga ahora el Juzgado Federal de Rawson.
Este decía Gabriel Genri:
David Dubra, adicto próximo a recuperar su libertad tras 12 años de purgar condena, es encontrado colgado en su celda de la U6 de Rawson. Su esposa y ONG’s que trabajaron con el joven en actividades intracarcelarias denuncian que “lo suicidaron” por convertirse en la voz de denuncia de los atropellos que sufren los privados de su libertad. Alina Landucci informó que David Dubra apareció “suicidado” en el pabellón 14 de la U6 de Rawson, luego de denunciar públicamente la violación a los derechos humanos de los privados de su libertad en ese penal.
Su esposa Valeria confirmó la muerte de David. Preocupada porque él no se comunicaba, pidió información al penal, donde un funcionario de la Procuraduría General de Rawson le informó que David fue encontrado colgado en su celda.
Ni Valeria, ni la gente que compartió mucho tiempo con él consideran que haya sido decisión de David quitarse la vida, tras la larga lucha que dio contra su adicción, en un contexto de encierro y falta de libertad.
Ayer martes (24/1) Angy Franco recibió una carta postal de David donde le cuenta el momento injusto que estaba pasando y recalca en varias oportunidades: «LO QUE NO TE MATA TE HACE MAS FUERTE». La carta esta fechada, el día 17 de enero de 2012.
David Dubra purgaba una condena a quince años, luego de reincidir en delitos cometidos para financiar su adicción a las drogas. Ya había cumplido doce años de su pena y por buena conducta el Tribunal Oral Federal Nº19 le había dado el privilegio de libertad asistida y de elegir donde cumplirla.
Al comienzo de su condena el joven había solicitado su traslado a la Penitenciaría Federal del Chaco. Ahora, próximo a recuperar su libertad, solicitó el traslado a la Cárcel de Marcos Paz.
Pero fue derivado a la Unidad 6 de Rawson, penal de máxima seguridad, sin mayores explicaciones. Desde allí, a comienzos de enero escribió su última publicación bajo el título “REPRESIÓN, AISLAMIENTO Y MUCHO SILENCIO”
En la misma, David hizo públicas diversas situaciones de violaciones a los derechos humanos como golpizas a los detenidos, y la complicidad del cuerpo médico del penal. También pidió contención y ayuda ante las injusticias del sistema.
David era uno de los tantos adictos que pueblan las cárceles argentinas, tras delinquir para financiar su enfermedad. Allí son depositados y olvidados por un Estado, que no cumple la ley y no les brinda el tratamiento adecuado ante la enfermedad de la adicción.
Este miércoles, su esposa Valeria escribió a medios periodísticos y organismos de Derechos Humanos: “dicen que se ahorco MENTIRAAA! David quiso ser la voz de muchos que callan por miedo… y lo pago con su vida, pero como que existe Dios que todo va ha salir a la luz”.
Esta es la última nota (textual) de David Dubra antes de su “suicidio”
REPRESIÓN, AISLAMIENTO Y MUCHO SILENCIO
Me encuentro detenido en la Unidad 6 de Rawson, cárcel de máxima seguridad para condenados. Cárcel en la cual, todos en su mayoría somos de de Bs As y lo grave es, no sólo nos separa los mas de 1500 km de distancia que desde allí hay hasta acá, sino que también nos separa «la indiferencia y el abandono» que nos deja aquí aislados. Vendados y queriéndonos conformar con un peculio y beneficio, que para que el preso se lo gane tiene que relajarse, humillarse, ser sumiso. Creo que este gobierno viene logrando cambios positivos, pero que todavía «al menos aquí» no se ha tocado ni ha tratado la enfermedad profundamente. Para que el delincuente social, aquel que no ha tenido nunca la oportunidad de reconstruir su vida, y por sobre todo reconstruirse primeramente como ser humano, ser él el punto de partida del proyecto, para luego de recuperar su libertad, tener otros proyectos «que tengan que ver con el trabajo, el ser solidario etc» .
Pero aquí el modelo de rehabilitación que se aplica son los palos, los engomes (encerrados en una celda) y ante tantas injusticias que uno tiene que bancar siempre va a ver quien reaccione mal, y es ahí adonde aprovechan no sólo para sancionar a ese pibe que reaccionó mal sino que también para molerlo a palos y tomar la escusa para dejar a los otros 29 presos encerrados en su celda por 3, 4 o 10 días; privado de comunicación telefónica, defecando en bolsas y orinando en botellas. Con suerte te bañas 1 vez cada 2 o 3 días, todo según como se hayan levantado.
Desde que vine pedí atención psicológica y aún estoy esperando.
No existe un organismo que regule estas atrocidades y nos proteja.
Procuración Penitenciaria apenas hace lo que puede y están saturados de casos. Las Defensoría Oficiales directamente no existen. Los familiares van al juzgado y les dicen que se manejen con la Defensoría, y cuando llaman por teléfono a Defensoría les dicen que a ellos no les pueden dar información, llama al interno y te cortan el llamado cuando escuchan que la llamada proviene de un Establecimiento Penitenciario.
Ante las denuncias que realizamos… ¿quién nos protege? si los mismos médicos del penal están ahí cuando te golpean y los que escriben, de lo que escriben en nuestros cuerpos nunca dicen la verdad, ¿quién va creer que ellos mismos se tiren en contra de su propio sistema? y cuando realizamos una denuncia si sólo tenés rota la nariz y un par de moretones comentan ironizando: «como llamaríamos a esta lección en tiempos atrás» o «acá a vos te hicieron una brujería» y se ríen. No se puede pretender, que se demuestren todos los casos de tortura que aún aquí estamos viviendo, si es así como aquí están organizados, complotados y tienen la represión incorporada, materializada. Tendría que venir mas gente de diferentes organismos de derechos humanos a dar charlas para evitar que sucedan estos hechos y nosotros tener que hacer denuncias y esto recayera, además así en nosotros y tomaríamos mas conciencia de como todo esto funciona y poder quitarnos de encima la mano que nos oprime. Así aprendemos a hacer valer nuestros derechos mediante reclamos, escritos o telefónicamente y no con fierros en las manos como ellos quieren para justificarnos.
Necesitamos también que ustedes crean en nosotros.
No sé si hay muchos que estén aquí interesados que esto cambie para mejor. Pero yo soy uno y estoy seguro de que debe haber muchos mas sólo hay que despertarlos. También creo que afuera hay gente que esta dispuesta a ayudar. Su mirada aquí adentro rajarían las paredes y poco a poco avanzaríamos a esto que muchos creemos una utopía.
Les dejo algo de Eduardo Galeano para despedirme:
«Cuando el Che Guevara escribió su última carta a sus padres. Para decir adiós no eligió una cita de Marx escribió:
Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante. Vuelvo al camino con mi adarga al brazo.
Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará la estrella que lo guía. – E. Galeano-
Esto fue lo último que escribió David Dubra… ¿es que hay que ser de izquierda para pedir que los Derechos Humanos se cumplan?… ¿Es que realmente alguien puede pensar que no es mejor que la cárcel cumpla su función de castigo y resocialización?… ¿Es que alguien piensa que una situación fortuita, desgraciada e impensada, puede depositar a cualquiera en una cárcel y solo ahí comprenderá lo que sucede?…
Hay penales y personal penitenciario que hacen lo imposible por cumplir bien sus obligaciones. Estos, terminarán luego pagando el precio de la generalización por aquellos supuestos “camaradas” que en su brutalidad, prejuicios y cómplices silencios, encontraron en una supuesta función del Estado, el marco apropiado para aplicar sus enfermas patologías de asesinos y violentos con chapa para matar.
¿Qué hay delincuentes probablemente irrecuperables que le hacen la vida imposible a los penitenciarios e incluso a otros presos? Seguramente que si. Pero, jamás, esto debería ser el motivo que pretenda darle justificación a la muerte de un inocente, por más delincuente que haya sido. Porque; además, esa muerte, sembrará más caminos de otros detenidos que soñando en recuperar una vida útil, sientan que su destino puede también estar ligado a la muerte si simplemente quieren que sus vidas tomen otra dirección al que su vida anterior deposito en una celda.
Fuente: http://www.pdeqdigital.com/index.php/news/mas-noticias/policiales/2963-david-dubra-el-suicidio-de-un-inocente.html