Ciudad del Vaticano – El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco del Vaticano, destituyó ayer a su presidente, el italiano Ettore Gotti Tedeschi, de 67 años, «por no haber desarrollado funciones de primera importancia para su cargo» y al estar «preocupado» por su gestión, informó el Vaticano.
El banquero es investigado en Italia en dos casos de lavado de dinero, en momentos en que la Santa Sede pugna por ser reconocida como uno de los Estados que cuenta con normas bancarias que no facilitan esas prácticas.
El despido se decidió durante la sesión ordinaria que celebró el Consejo de Supervisión, en la que se aprobó -precisó el Vaticano en un comunicado- una moción de censura contra Gotti Tedeschi, al que se instó a renunciar también como miembro del consejo.
«Tras una deliberación, el Consejo de Supervisión aprobó por unanimidad un voto de censura contra el presidente, por no haber desarrollado funciones de primera importancia para su cargo», subrayó la oficina de prensa de la Santa Sede en un comunicado.
Desde hacía tiempo, según el Vaticano, el Consejo de Supervisión del IOR estaba «preocupado» por la dirección del banco.
Preocupación
«Con el paso del tiempo esa dirección desató una progresiva preocupación y a pesar de las repetidas comunicaciones hechas en ese sentido al profesor Gotti Tedeschi, la situación continuó deteriorándose», señaló el Vaticano.
Por el momento se desconoce cuáles son esas «funciones de primera importancia» que no realizó el economista italiano, que es presidente del Santander Consumer Bank, filial italiana del Banco de Santander, y que fue nombrado presidente del IOR el 23 de septiembre de 2009.
Gotti Tedeschi declinó ayer comentar la destitución, señalando que prefería callar, «ya que de otra manera sólo diría palabras feas».
Según el Vaticano, los miembros del Consejo de Supervisión del IOR están «entristecidos» por los acontecimientos que llevaron al voto de censura, «pero consideran que esta acción es importante para mantener la vitalidad del instituto».
El IOR, subrayó el Vaticano, «mira hacia adelante» y ya busca a un nuevo «y excelente presidente que ayude a recuperar eficaces y amplias relaciones entre el IOR y la comunidad financiera basadas en el mutuo respeto de los estándares bancarios internacionalmente aceptados».
Hoy se reunirá la comisión cardenalicia de vigilancia del IOR, que preside el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, para analizar la decisión del consejo y decidir los pasos a seguir.
Involucrados
Gotti Tedeschi está siendo investigado por la Fiscalía de Roma desde septiembre del pasado año por supuesta violación de las normas sobre la prevención del blanqueo de dinero.
Junto a Gotti Tedeschi también está siendo investigado el director general del IOR,Paolo Cipriani.
La Fiscalía indaga dos operaciones bancarias que preveían la transferencia de 20 millones de euros a la JP Morgan de Fráncfort (Alemania) y de otras tres entidades a la Banca del Fucino.
Según los investigadores, ambos dirigentes del IOR no facilitaron la información necesaria impuesta por la normativa contra el blanqueo de capitales.
Los responsables del Banco del Vaticano, según la Fiscalía, no indicaron las generalidades referentes a los sujetos por cuenta de quien ejecutaban las operaciones y omitieron facilitar informaciones sobre el objetivo y la naturaleza de éstas.
Gotti Tedeschi aseguró entonces que «un error de procedimiento» fue usado para atacar al IOR y al Vaticano en particular y aseguró que las operaciones financieras son «transparentes y no hay nada que esconder, ya que se trata de un traspaso de fondos del propio IOR».
El banco vaticano, con sede en la Ciudad del Vaticano, fue fundado por Pío XII en 1942 y tiene personalidad jurídica propia.
El IOR se vio salpicado a principios de la década del 80 por el escándalo de la quiebra del Banco Ambrosiano de Roberto Calvi, encontrado ahorcado bajo un puente de Londres en 1982.
La bancarrota originó la quiebra de una treintena de empresas, y aunque el Vaticano siempre rechazó cualquier responsabilidad sí admitió su «implicación moral» y decidió pagar 241 millones de dólares de la época a los acreedores de la entidad. El IOR fue reformado en 1989 por Juan Pablo II.
Actualmente cuenta con un patrimonio de 5.000 millones de euros y 33.000 titulares de depósitos, en su mayoría italianos, polacos, franceses, españoles y alemanes, según datos del organismo del Consejo de Europa que verifica si se debe admitir al IOR en la lista de institutos de transparencia financiera citados por la prensa italiana.
Normativa
El 30 de diciembre de 2010, Benedicto XVI aprobó una normativa para luchar contra el blanqueo de dinero en las instituciones financieras del Vaticano, con el objetivo de entrar en la llamada «lista blanca» o la lista de Estados que respetan las normas para la lucha contra el lavado de dinero, lo que se definirá en julio.
La reputación del IOR fue puesta en cuestión por el periodista Gianluigi Nuzzi, autor del libro «Vaticano Spa» («Vaticano sociedad anónima»), quien volvió esta semana a lanzar un libro con documentos reservados y cartas internas dirigidas al Papa (ver nota aparte).
«El problema de IOR son las cuentas anónimas de fondos de beneficencia inexistentes o de sacerdotes testaferros, que el banco no sabe quiénes son», escribió Nuzzi, quien investigó las finanzas de la Santa Sede tras el escándalo del Banco Ambrosiano, que en los 80 era el mayor banco privado de Italia.
Agencias EFE y AFP