Ettore Gotti Tedeschi, destituido el 24 de mayo, fue interrogado como testigo de delitos cometidos en Finmeccanica, el segundo grupo industrial público de Nápoles. La Justicia también investiga sus vínculos con la mafia
El ex presidente del banco del Vaticano, el Instituto para las Obras Religiosas (IOR), Ettore Gotti Tedeschi fue interrogado en Milán (norte) por varios magistrados, entre ellos Giuseppe Pignatone, procurador de Roma y conocido juez antimafia, en una causa porlavado de dinero.
El banquero, simpatizante del Opus Dei y por años máximo responsable del Banco Santander en Italia, estuvo en todo momento acompañado por un abogado, precisaron fuentes judiciales.
La policía italiana registró, el martes, el domicilio de Gotti Tedeschi, situado en Piacenza, por orden de la Fiscalía de Nápoles, que investiga operaciones ilícitas en Finmeccanica, el segundo mayor grupo industrial público de la península.
Ningún detalle fue divulgado hasta ahora sobre el interrogatorio a Gotti Tedeschi, designado en 2009 para enderezar las cuentas del IOR e investigado en 2010 por haber cometido irregularidades y violar las leyes internas contra el blanqueo de dinero.
El caso fue cerrado judicialmente, aunque el Corriere della Sera denunció, el sábado pasado, que la oficina de informaciones financieras de la Banca de Italia recibió una decena de denuncias de operaciones sospechosas que están siendo analizadas para determinar si son necesarias acciones penales.
Los casos se refieren a prelados que habrían servido de «testaferros» para los pasajes de dinero «con finalidades que aparecen aún oscuras», señaló el influyente diario italiano.
El IOR tiene un patrimonio estimado de 5.000 millones de euros, distribuidos en 34.000 cuentas corrientes. Sólo los miembros del clero, de las órdenes religiosas, los diplomáticos y los asistentes del Papa pueden acceder al banco.
En julio próximo, una comisión europea debe conceder o negar la certificación que le permite entrar en la lista blanca de entidades que respetan las normas a favor de la transparencia.
Según Corriere della Sera, la Fiscalía de Catania estableció, en 2010, que el capo mafioso Antonino Bonaccorsi había «limpiado» 300.000 euros depositándolos en la cuenta de su hijo sacerdote, el padre Horacio, en el IOR.