En la Universidad Nacional de La Matanza comenzó a funcionar una nueva sede de la Escuela de Policía Juan Vucetich, que ya cuenta con 220 cursantes. Los futuros policías comparten las áreas comunes de la universidad con los estudiantes de la casa, como la biblioteca y el comedor, pero tienen aulas propias y, en principio, sólo tendrán docentes de la institución policial. La apertura de la escuela es resistida por sectores estudiantiles que vinculan a “la Bonaerense” con “mafias”, “secuestros” y “desapariciones”, y consideran que el convenio entre la UnLaM y la cartera de Seguridad provincial, por el que se creó la escuela, “viola la autonomía universitaria”. Las autoridades de la universidad, en tanto, expresaron a Página/12 que la UnLaM “está abierta a la comunidad” y que la idea es “colaborar con el municipio”. Además, aseguraron que esta situación “no crea ningún inconveniente para el estudiantado”.
El ciclo lectivo de los aspirantes a la fuerza policial fue inaugurado por el gobernador de la provincia, Daniel Scioli, acompañado por su ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal. A las sedes que la Vucetich tiene en Berazategui (sede central), La Plata, Olavarría y Mar del Plata, ahora se suma la de La Matanza, que desde hace dos semanas funciona en el edificio de la UnLaM. El sistema “académico” es externo, es decir, los estudiantes cursan y luego se retiran a sus casas. El curso dura un año: sus egresados obtienen un título que los habilita a prestar los servicios básicos en la Policía Bonaerense. Quienes luego continúen la carrera de oficiales, con diversas ramas y tecnicaturas, deberán pasar por la sede central de la escuela.
“Fue un pedido del intendente (Fernando Espinoza) y lo que nosotros hacemos desde la universidad es facilitar la posibilidad de que tengan el espacio físico”, le dijo a este diario el vicedecano de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UnLaM, Alejandro Mancini. “Es importante que sepamos que los estudiantes que vienen acá son estudiantes, no son policías –continuó Mancini–. Además, esto no crea ningún inconveniente para el estudiantado, no modifica el desarrollo de las actividades, que va a ser absolutamente normal.” El vicedecano destacó la posibilidad de que “los chicos compartan las áreas comunes, porque (los futuros policías) se van preparando mentalmente de otra manera, distinta a lo que es una escuela cerrada como si fuera un lugar militar”.
“Han empezado a cursar, pero no se los ve mucho –comentó una estudiante y militante del Partido Obrero–. En el comedor tienen una parte privada para ellos, hacen una fila separada y van a comer a un apartado. Tienen sus aulas separadas y, que nosotros sepamos, no hay docentes de la universidad dándoles clases”, dijo y advirtió: “No es una cuestión caprichosa, tenemos motivos por los cuales no queremos a la policía en la universidad”.
La Unión de las Juventudes por el Socialismo (UJS-PO) de La Matanza tomó una posición: “Rechazamos y repudiamos este hecho y llamamos a toda la comunidad y a la sociedad en su conjunto a discutir la situación –manifestó a través de un comunicado–. De qué seguridad nos hablan, preguntamos, cuando es harto conocido que la Policía Bonaerense es una da las mafias más grandes del país. En el caso de nuestro propio distrito, es la que secuestró, torturó y mantiene desaparecido hasta hoy a Luciano Arruga. Es la que esta implicada en la desaparición de Julio López”. Los estudiantes de la UJS agregaron: “Cuando ya muchos espacios de la universidad están siendo utilizados para generar negociados, encima se inaugura una sede de la Policía Bonaerense. No contentos con esto, el convenio firmado entre el Ministerio de Seguridad, el municipio y la universidad estipula que se les otorgará a cada uno de los alumnos y futuros policías una beca de 1200 pesos por todo este año. En la UnLaM conseguir una beca es casi un milagro”. También se manifestaron en contra de la apertura de la escuela los estudiantes de Filosofía y Letras (UBA), la Correpi y otras organizaciones sociales.
La mayoría estudiantil, representada por la Liga Federal Universitaria que conduce el centro de estudiantes, avala el convenio entre la UnLaM y Seguridad bonaerense, aunque por el momento prefirió no pronunciarse sobre el asunto. “La universidad está colaborando con la comunidad –sostuvo Mancini–, con la formación de quien, como ciudadano, nosotros pensamos que debe ser un policía. La idea es que vuelva a su territorio, a la zona donde pertenece. Y que haya un contacto fluido entre el hombre de la policía y la comunidad. Creo que lo que está buscando la institución policial es profesionalizar las futuras fuerzas de seguridad, y por eso el contacto con la comunidad, que es fundamental, y qué mejor que hacerlo con los jóvenes, con el estudiantado”.
Informe: Agustín Saavedra.
fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/universidad/10-196165-2012-06-12.html