“Al menos ahora vas a dormir tranquila, porque tu hijo no está más en la calle”. Esas fueron las palabras con que la senadora nacional Beatriz Rojkés de Alperovich, presidenta provisional del cuerpo, recibió a Dora Ybañez, madre de un chico muerto por el flagelo del paco en la provincia de Tucumán, donde las mujeres organizadas denuncian que “gobierna el narcotráfico”.

Enroladas en Madres de La Esperanza y Madres del Pañuelo Negro, las mujeres participaron en la audiencia por la despenalización del consumo de drogas en el Congreso para llevar el testimonio de su lucha contra el flagelo del paco en el norte argentino.  

“Soy madre de un adicto muerto, tengo cuatro hijos en la calle, y nietos adictos -señaló Ybañez-. El paco y la marihuana están envenenando a nuestros hijos, despenalizar el consumo es como asesinar a nuestros chicos”.

La mujer contó que su hijo “se ahorcó por los efectos que hicieron las drogas en su cabeza. Tengo un nieto que se droga y no podemos sacarlo. En Tucumán, como en la mayoría de las provincias, no hay servicios de salud adecuados para tratar a los adictos, ni centros de rehabilitación”.

El relato de Dora Ybañez es estremecedor, y más aún con la interpretación que hizo la senadora Rojkés, esposa del gobernador José Alperovich, de su drama familiar: “Al menos ahora, Dora, vas a dormir tranquila, porque tu hijo no está más en la calle”.

La propia integrante de Madres del Pañuelo Negro confirmó a NOVA las palabras de la actual presidenta provisional del Senado, tercera en la línea sucesoria presidencial detrás de Cristina Fernández y Amado Boudou. Fue en junio de 2010, una semana después de la muerte de su hijo.

“Yo le solicité una reunión –relató-. Ella me palmeó y me dijo eso, y llamó la atención de los presentes. Jamás me voy a olvidar, pero le pido a Dios que la perdone”.

“Esta es la gente que nos gobierna y que tiene que velar por nuestro futuro –expresa hoy la mujer-. En qué manos estamos si le dicen cosas así a la madre de un chico muerto”.

En el marco del debate legislativo, Ybañez pidió a los presentes no votar a favor de la despenalización porque “va a terminar de enterrar a los jóvenes de los pueblos”.

“Mis hijos y mis nietos están abandonados por el Estado, porque no hay nadie que se ocupe de recuperar adictos en la provincia. Se están dejando morir”, expresó Ybañez, y apuntó que el mandatario provincial “le da la espalda al problema”. “No quieren asumir lo que está pasando en la provincia, adonde el que gobierna ya no es Alperovich, sino el narcotráfico”.

“Los barrios pobres, como el mío, no van a tener políticos, ni astros de futbol, ni grandes dirigentes, porque todos nuestros jóvenes se están muriendo por la droga, o se están quemando el cerebro”, enfatizó la mujer.

 

La otra voz

Por su parte, Edith Haberte, de Madres de la Esperanza, relató ante la comisión su lucha por recuperar a sus hijos de la droga, y también criticó la despenalización.

“Es muy lindo hablar desde una actitud bohemia y desde un escritorio de despenalizar, de permitir la droga con control médico –dijo-. Pero seamos prácticos y veamos la realidad de los pobres. ¿Quién va a controlar lo que se consume? Además, los chicos de mi barrio empezaron con la marihuana y ahora se drogan con lo que encuentran, la marihuana es la puerta de entrada”.

“Se dice que la policía encarcela a los consumidores, pero en provincias como la nuestra los encarcelan porque salen a robar para comprarse el paco. Hacen lo que sea para conseguir la droga”, señaló Haberte, y completó: “Lo peor es que los adictos son como fantasmas en nuestra sociedad, no tenemos ningún lugar adonde recuperarlos”.

 

El silencio

Las Madres de la Esperanza y del Pañuelo Negro manejan cifras escalofriantes. Dicen que, en Tucumán, “entre 15 y 20 chicos se están muriendo por mes”, y acusan al gobierno de Alperovich de “silenciar” esa realidad y otorgarles el plan Argentina Trabaja “a los que venden droga”.

En declaraciones a NOVA, Dora Ybañez expresó que el actual contexto “no va a golpear a una sola, sino a muchísimas madres cuando se empiece a ver que los chicos se están muriendo”.

“Nuestros chicos se están ahorcando, pero no lo dan a conocer porque está todo tapado, nadie dice nada. Nuestros hijos están desnutridos, podridos y locos”, manifestó.

Por último, la integrante de Madres del Pañuelo Negro cuestionó a los gobiernos nacional y provincial porque “no hay ni centros de rehabilitación”. “Inauguran viviendas pero no tenemos dónde internar y contener a nuestros hijos”, concluyó.

fuente: http://www.novanacional.com/nota.asp?id=29389&id_tiponota=4&n=2012_6_15