Detrás de cada investigación criminal está el trabajo de la ciencia, con sus profesionales y sus instrumentos, que arroja resultados contundentes y derriba los oscuros enigmas. Los bioquímicos de la Policía de Entre Ríos desempeñan su tarea silenciosa con unos 3.000 análisis anuales, aportando sus conocimientos y técnicas para el esclarecimiento de casos. Al conmemorarse su día ayer, UNO indagó sobre el trabajo realizado por seis especialistas, quienes junto a otros 11 profesionales conforman la División de Química Forense, a cargo de Raúl Cerolini.
“La tarea primordial que se realiza es el levantamiento de indicios de análisis físicos y químicos de las escenas del crimen”, explican desde la fuerza. Por un lado, respecto a la química forense, “se buscan indicios para análisis como tierra, polen, pintura, pelos, pólvora, distancia de disparo de armas de fuego, residuos de pólvora en la piel, sangre, semen, saliva, restos de acelerantes en incendios y explosivos, y revenidos químicos”.
Por otro lado, sobre los análisis toxicológicos, se trabaja con “muestras de orina, sangre, vísceras, hisopados, suelo (buscando pesticidas), muestras de agua; se procesan drogas de abuso como marihuana, cocaína, medicamentos y también muestras de alcohol en sangre”.
“En todos los casos”
Algunos indicios, comentarios y testimonios complicaban al acusado de matar a Alicia Grimaldi en su casa de calle Chacabuco de Paraná. El sujeto fue detenido, y luego procesado, porque además de aquellos indicios, los elementos genéticos recolectados en la escena del crimen, cotejados con el sospechoso, darían a la Justicia los elementos suficientes para no dudar de la autoría del asesinato.
Un caso similar, y más reciente, es el homicidio de Ceferino Oviedo, el sereno de la escuela Guadalupe asesinado el domingo pasado, donde además de los comentarios y el celular de la víctima que tenía uno de los tres detenidos, un pasamontañas salpicado con sangre complica más su situación. De igual modo, personal de la Dirección de Criminalística que trabajó en Bajada Grande donde apareció el cuerpo sin vida del niño Cristian Ríos, levantó elementos que serían fundamentales para relacionar al sospechoso con el crimen.
En cuanto a los delitos sexuales, donde en muchos casos las pruebas son solo los testimonios de las víctimas, el análisis sobre el material genético que pueda haber dejado el violador es crucial.
“La Dirección de Criminalística interviene en todos los casos y después realiza un informe pericial integral. Delitos sexuales, crímenes, accidentes de tránsito, en todos los casos interviene el laboratorio químico”, aseguró el titular de dicha dirección, Alfredo Colazo.
Drogas y manchas
En la Sección Toxicología, a cargo de la bioquímica María Silvina Gastiazoro, se analizan muestras de tipo biológicas a nivel humano, como sangre, humor vítreo, vísceras, contenido gástrico, extraídas por el médico forense o médico de policía; también de orina, cuando el Juzgado Federal las solicita para determinar presencia de drogas, así como también remite muestras para determinar sustancias estupefacientes, medicamentos, semillas de marihuana, precursores químicos y pastillas.
La bioquímica María Silvina Taleb está a cargo de la Sección Análisis de Manchas de Sangre y Semen. “Al llegar una muestra (manchas secas), se realiza un ensayo presuntivo para determinar si se trata de una muestra de sangre; si es positivo, se procede a su análisis, primero para determinar si es de origen humano o animal. Si es humano se concluye su grupo, se analiza lo solicitado y si es necesario se reserva para posteriores estudios de ADN”, se explicó.
Además, para determinar la presencia de sangre en prendas que han sido lavadas, en huellas de pisadas, en lugares que han sido higienizados, se utiliza un reactivo denominado Luminol, “que permite, a través de un ensayo, presuntivo determinar su presencia, aún cuando las condiciones han sido alteradas”.
También se practican análisis de semen (en prendas íntimas, hisopos, ropa de cama, por ejemplo), cuyas muestras se someten a rigurosos estudios, para luego elevar los informes a la Justicia.
Los profesionales y el rol en los controles de alcoholemia
En la División Educación Vial de la Dirección Prevención y Seguridad Vial de la Policía se desempeña la bioquímica Viviana Gassmann, quien entre otras funciones trabaja sobre los controles de alcoholemia en las rutas provinciales. Su tarea se extiende “al servicio técnico en cuanto a dirección de calibración, chequeado y reenvío de los 16 alcoholímetros de última tecnología, que se encuentran para uso de todos los puestos camineros”, se informó.
Además, su trabajo operativo se lleva a cabo con los controles en los puestos camineros, y también en festividades o eventos que involucren importante cantidad de personas.
También se indicó que Gassmann, quien también es docente universitaria, elaboró protocolos de trabajo referente al uso y accionar ante situaciones referentes a drogas de abuso, por pedido de la Justicia Federal de Paraná.