El fiscal Alejandro Gilardenghi inició, a las 10,50 del martes, su alegato acusatorio contra Marcelo Tomaselli por el homicidio de Carla Figueroa. El agente fiscal solicitó al Tribunal que se considere al imputado, responsable del delito de homicidio agravado por el vínculo. El abogado defensor aseguró que Tomaselli actuó bajo emoción violenta y pidió que se le aplique la pena mínima de 10 años. Por la mañana, los jueces recibieron el testimonio de otros testigos de cargo que ratificaron la existencia de amenazas de muerte vertidas por el imputado contra la joven antes de la tragedia ocurrida en diciembre de 2011. Tomaselli pidió perdón y dijo «lo que me pasó no se lo deseo a nadie». |
Fiscal Una contundente batería de elementos de prueba esgrimió el fiscal Gilardenghi para pedir la dura condena contra Marcelo Javier Tomaselli. Consideró como un valioso elemento de prueba para acreditar que hubo premeditación, que la madre de Tomaselli dijo con claridad que le había llamado la atención desde el día anterior al homicidio, que le faltó un cuchillo de cocina que había comprado hacía poco. Gilardenghi tampoco dudó a la hora de encontrar el móvil del crimen. Explicó que los elementos reunidos –en forma particular, testimonios de testigos y mensajes de texto-, dejaron claro que Tomaselli se sintió muy afectado por el encierro que le originó la acusación de violación efectuada por Carla y que ello le provocó “ser la señora de todos los presos”. Una tía de Carla narró al Tribunal que en una oportunidad Carla mantenía una comunicación telefónica con Tomaselli y que le hizo escuchar a Marcelo en el preciso momento en el que le decía: “me la vas a pagar. Me hiciste ser señora de todos los presos”. El fiscal dio por acreditado el vínculo entre la víctima y el acusado, para lo que existe constancia del acta de matrimonio. Y agregó que las ropas ensangrentadas de Tomaselli arrojaron que se corresponden en un 99,99 por ciento con el patrón genético de la víctima. Gilardenghi precisó que el forense describió 15 puñaladas en el cuerpo de Carla y que sólo dos de ellas fueron de defensa, es decir, en las palmas de sus manos, por lo que se reafirmó la hipótesis de que la joven cubrió a su hijo mientras Tomaselli le asestaba las mortales puñaladas. El representante del Ministerio Público aseguró que está probado que la relación entre los esposos era tormentosa. Querella El abogado de Soledad Reynoso, hermana de Carla, adhirió en todo el alegato del fiscal y agregó algunas consideraciones. Dijo que Tomaselli actuó con premeditación y alevosía. También solicitó la prisión perpetua. Defensa Oficial El abogado Walter Vaccaro entendió que la materialidad del hecho está acreditado por Tomaselli, pero afirmó que actuó bajo emoción violenta. Leyó algunos artículos sobre la emoción violenta y explicó que “haciendo un análisis de las pruebas: mi defendido reconoció el hecho, pero no recuerda lo que pasó, estaba en shock. Hay distintos elementos que demuestran que tuvo amnesia. La madre lo vio hinchado, fuera de si. El doctor Massó no practicó sobre Tomaselli un examen psiquiátrico”. Vaccaro hizo referencia al informe del perito psiquiátrico y lo desestimó porque “el perito en una hora aseguró que no tenía amnesia. Pongo en duda esa pericia”. Con respecto al cuchillo que utilizó Tomaselli para terminar con la vida de Carla, Vaccaro dijo que “creo que es una estrategia de la madre de mi defendido para librarse de alguna culpa”, ya que la madre del acusado aseguró que se había dado cuenta que faltaba un cuchillo esa tarde”. “El desenlace se dio porque Carla le estaba confesando que lo engañaba y le pedía perdón por haberlo denunciado. Descarto la hipótesis de que defendía a su hijo, porque ella tenía el celular en sus manos”. Por último expresó que “la conducta debe estar encuadrado en homicidio agravado por el vínculo atenuado por la emoción violenta. Por ser joven y no poseer antecedentes, se debe aplicar la pena mínima de 10 años de prisión”. También solicitó, a pedido de Tomaselli que se lo traslade al Penal 4. El fiscal respondió al pedido del defensor sobre la emoción violenta y leyó una serie de artículos explicando en que casos de debe aplicar. Luego, Gilardenghi dijo que “aquí se probó que el cuchillo de cocina estaba en el dormitorio. En la emoción violenta no deberá acreditarse la preordinación” y agregó, contundentemente, que “sostengo el pedido de prisión perpetua”. Testigos Antes de los alegatos se terminó con la ronda de testigos. La primera de ellas fue una tía de Carla, hermana de la madre de la víctima, que vive en el campo. Relató algunas vivencias con su sobrina y Tomaselli y lo más importante fue la conversación telefónica que escuchó y que el Fiscal hizo referencia en sus alegatos. La señora, Stella Maris Quiroga, aseguró que la relación entre ellos al principio era “divina. Pero con el asunto de la violación todo cambió, Mi sobrina vivía con el celular llorando”. Quiroga manifestó que “mi mamá (abuela de Carla y quien la crió luego de la muerte de su madre) me dijo que esa tarde Carla le dio todos sus anillos y le dijo que pase lo que pase quedate con Valentín”. Otro de los testigos fue César Elías Gros, agente de policía en la localidad de Eduardo Castex. Estuvo de novio con Carla durante el tiempo que Tomaselli permaneció detenido. Contó que conoció a la víctima porque Carla cuidaba a sus sobrinos en la casa de su hermana. Primero mantuvieron una relación de amistad donde Carla le contó en varias oportunidades que Tomaselli le pegaba y ejercía violencia sobre ella. Gros afirmó que vio moretones en su cuerpo. También le contó del abuso sexual. Comenzaron a tener una relación amorosa en mayo, cuando el acusado estaba detenido y ella le contó que Tomaselli la amenazaba con matarla. Relató que ella cortó la relación cuando empezó a frecuentar la casa de la madre de Tomaselli. El testigo Eugenio Orueta, policía de la Brigada de Investigaciones, fue quien realizó el informe de las pericias del teléfono celular que se encontró en el lugar del hecho y que pertenecía a Carla. Leyó, a pedido del fiscal, algunos mensajes de texto entre Figueroa y Tomaselli cuando estaba detenido. En alguno de esos mensajes, textualmente, Tomaselli la amenaza con matarla y en otro ella misma le dice que se quiere separar. La última testigo, Rocío Mabel Polo, sólo ratificó que el hermano de Marcelo, Walter Tomaselli, se encontraba en su casa esa madrugada y que la madre le envió un mensaje de texto para que fuera que “había pasado algo”. La sentencia será leída el miércoles 27 de junio a las 12.
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