En el marco de las primeras jornadas de Análisis de la Problemática Policial con los Niños, Niñas y Adolescentes en conflicto con la Ley Penal, se buscó ayer concientizar y coordinar con las fuerzas de seguridad y la Justicia de Menores los alcances de los nuevos paradigmas de la normativa internacional que garantiza los derechos para los menores catamarqueños. La charla se concretó en el Cine Teatro y fue abierta por el ministro de Gobierno y Justicia, Francisco Gordillo, y continuada por los jueces Fabricio Gershani Quesada y Rodrigo Morabito. Las jornadas continuarán hoy, desde las 9, con la disertación del subsecretario de Seguridad, Juan Pablo Morales, sobre protocolos de arrestos.
Gordillo fue el encargado de abrir la jornada y al hacerlo destacó que el actual gobierno busca garantizar a la sociedad un trato en el marco de los Derechos Humanos. “El trato que se les da a los menores preocupa mucho a nivel nacional, y Catamarca está avanzando mucho en ese sentido”, dijo el funcionario.
Los jueces Gershani Quesada y Morabito continuaron con el desarrollo de la temática y respondieron a las preguntas de los miembros de la policía en cuanto al trato que para los menores proponen las normas internacionales.
De esa manera, se puso énfasis en terminar con la práctica común de «levantar» menores en la calle bajo la excusa de averiguar sus antecedentes y modo de vida, “cuando se sabe que un menor no es punible, por lo que no puede tener antecedentes penales”. La imposibilidad de privar de su libertad a un niño que no cometió delito alguno y la necesidad de cambiar la burocracia interna para evitar demoras innecesarias fueron otras de las cuestiones debatidas que preocupan a los policías.
“La justicia hoy pide inmediatez, versatilidad, comunicación. Un niño no puede estar privado de su libertad si no cometió un delito, y menos en una comisaría y en contacto con mayores”, señalaron los jueces quienes asimismo resaltaron que para esto “tendría que haber un centro especializado, pero no lo hay”.
En diálogo con la prensa, ambos magistrados se refirieron luego al imaginario colectivo de la sociedad catamarqueña que responsabliza al joven por la inseguridad reinante. “Nosotros entendemos la exigencia de proteger a la sociedad, pero también tenemos que proteger al joven. Aquélla tiene que entender que para las leyes vigentes el joven es no punible y no se puede ir contra la ley”, reflexionaron.
Explicaron que actualmente se está castigando a la parte más vulnerable de la sociedad, la que tiene menos garantías que los propios adultos que acceden a centros especializados e instituciones acordes para su trato y rehabilitación social. La relación que analizan Morabito y Gersahni, en este contexto, es la que nace de un “Estado ausente en políticas de contención social para sectores menos favorecidos” que luego pone todo el peso para castigar a estos niños que no supo contener.