La Jefatura de Montevideo y la Guardia Republicana realizarán operativos diurnos y patrullajes en las calles de la capital que incluirán revisiones de personas sospechosas de haber cometido un delito.
«En el correr de este año y en parte del próximo se harán, en conjunto con la Guardia Republicana, operativos de prevención y disuasión de delitos en todo Montevideo», dijo a El País el jefe de Policía de Montevideo, inspector mayor (r), Diego Fernández.
Técnicos de la Jefatura constataron que hubo un corrimiento horario de los delitos. Ahora muchos ilícitos ocurren a plena luz del día. «Por eso vamos a instrumentar operativos diurnos con más presencia y eventualmente habrá revisiones de personas en base a indicadores de comportamientos. Esos operativos, que se harán en conjunto con la Guardia Republicana abarcarán a las cuatro zonas policiales. Es decir, se instrumentarán en todo Montevideo», señaló.
Fernández dijo que efectivos de la Jefatura y de la Guardia Republicana participarán en dos tipos de acciones: pequeños procedimientos simultáneos de controles de avenidas y calles en distintos puntos de la ciudad, y operativos «más firmes» donde se desplegarán más efectivos en barrios donde «hay mayores problemas de convivencia».
La Guardia Republicana tiene alcance nacional. Se trata de un cuerpo policial de choque especialmente adiestrada y con una disciplina que se acerca a la militar. En las dos gestiones del Frente Amplio, oficiales formados en esta repartición policial han ganado cada vez más espacio dentro de la Policía.
En el presupuesto para el próximo año, el gobierno pretende consolidar a la Guardia Republicana, unificando coraceros y granaderos como una unidad de alcance nacional separada de la Jefatura de Montevideo, con dependencia directa del Ministerio del Interior, dijo el martes 17 el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en la Comisión de Presupuesto de Diputados.
Los procedimientos junto con la Guardia Republicana se enmarcan en el Plan de Seguridad elaborado por la Jefatura de Montevideo tras una reestructura iniciada el 6 de enero de este año. Los cambios implicaron que las investigaciones de los delitos pasaron de un criterio de especialidad -Homicidios, Delitos Económicos, Automotores, entre otros- a uno de territorialidad. Montevideo se dividió en cuatro zonas con comandos ejecutivos en cada una de ellas.
Fernández hizo hincapié en que estos procedimientos de disuasión y prevención de delitos de la Jefatura de Montevideo y la Guardia Republicana no se instrumentarán al azar sino que se aplicarán «en puntos calientes» de la ciudad donde se constató la concentración de ilícitos.
ELOGIO. En el acto que se realizó ayer en la Escuela Nacional de Policía, Fernández dijo que la Guardia Republicana tendrá un tarea clave en los próximos meses. «Estamos coordinando con la Guardia Republicana para instrumentar más mecanismos y más operativos de disuasión y de prevención. La gente lo va a valorar», afirmó.
Consultado por El País sobre qué implicarán estos procedimientos junto con la Guardia Republicana, Fernández respondió: «La prevención es tener una mayor presencia en zonas de Montevideo. Y la disuasión significa pedir documentos a personas con indicadores de comportamientos sospechosos, parar motos y taxis, pedir documentos y también realizar patrullajes».
Ayer, durante un acto en la Escuela Nacional de Policía, el Comando de la Jefatura de Montevideo premió el trabajo de 104 oficiales y subalternos a seis meses de comenzada la reestructura en esa repartición. En su discurso, Fernández elogió en varios pasajes la tarea de la Guardia Republicana.
Frente a las principales autoridades del Ministerio del Interior, oficiales y personal subalterno de la Jefatura capitalina, el jefe de Policía agradeció al director de la Guardia Republicana, mayor Bruno Nogueira, por el apoyo de esa unidad a los operativos realizados por la Jefatura en distintos barrios; luego le pidió que se sentara en la mesa de honor y que participara en una rueda de prensa junto con el ministro Bonomi.
BALANCE. Fernández dijo que la valoración del primer semestre «es positiva» y destacó que la baja de las rapiñas en junio y en los primeros 15 días de julio «nos muestra un camino que deberemos seguir».
Enseguida agregó: «Hoy podemos decir que en el mes de junio y lo que va de julio hemos logrado después de tanto tiempo un descenso de las rapiñas» (Ver infografía).
Señaló que, en más de una oportunidad, sus dichos se han interpretado con un criterio que no es profesional. «Pido que todo lo que se ha dicho en la tarde de hoy (ayer) y lo que se diga sea analizado con un cristal puramente profesional y si alguien quiere una aclaración, encantado la vamos a hacer», dijo Fernández. De esta forma, el jerarca aludió a críticas que recibió de la oposición por decir que el incremento de homicidios en el verano era coyuntural o que los delincuentes son producto de la crisis de 2002.
Bonomi dijo que la reestructura de la Jefatura de Montevideo se consolidó el 17 de mayo pasado cuando funcionó a pleno el nuevo software del 911 y se incorporaron 400 nuevos policías. «En poco tiempo la Jefatura capitalina solo va a tener nueve vacantes. En otra época tenía 800. En la Rendición de Cuentas se prevén 150 policías más para esta Jefatura. Así se puede cumplir más en una zona sin desvestir a otras», dijo.
Pit-Cnt analiza cambios en carrera policial y derecho
Los sindicatos de la Policía, INAU, Poder Judicial y de la prensa terminaron de elaborar la respuesta a las 15 medidas que presentó el gobierno para manejar la seguridad. El documento se discutirá el próximo martes en el Secretariado del Pit-Cnt.
Hasta ayer se estaban manejando dos borradores, uno que salió publicado en el semanario El Popular del Partido Comunista (PCU), en el que aparecen 26 propuestas, y otro que discutían varios dirigentes de la corriente Articulación con 24, al que accedió El País.
Ambos documentos coinciden en que «la inseguridad es una de las principales preocupaciones de la sociedad uruguaya». El informe de Articulación subraya que «en la percepción de los ciudadanos reina el miedo y todo esto sostenido y fomentado por las tesis de la información basadas en concepciones periodísticas y mediáticas que reproducen el discurso de la más rancia derecha de este país al servicio del bloque de poder».
En lo referido a las propuestas concretas, los informes plantean modificar la carrera policial en el sentido de que comience en el escalón más bajo, previa culminación de Secundaria.
Proponen generar pasantías «obligatorias en organismos del Estado para reclusos o menores en conflicto con la ley». Además, reclaman «proveer a la población carcelaria de un único uniforme identificatorio».
Por otro lado, plantean modificar las carreras de abogado y escribano «pues la reformulación académica hace a la calidad de la justicia y a la consiguiente seguridad». Los sindicatos también impulsarán una «participación activa de las organizaciones sociales en el análisis permanente del impacto de las distintas operativas del Ministerio del Interior y de los nuevos servicios».
El sindicato de la prensa (APU) planteó la creación de un «Consejo Honorario Asesor que esté encargado de seguir lo que se difunde», sin presencia gubernamental. La idea marca que el consejo podría concretar «sanciones morales, denuncia públicas, observaciones y luego una sanción pecuniaria a través de una multa acorde con la situación».
Delitos menores y violencia
Una unidad de la Jefatura de Montevideo comenzará este mes a encargarse de investigar los robos de poco monto económico, anunció ayer el jefe de Policía, Diego Fernández, en un acto en la Escuela Nacional de Policía. Esa unidad contará con el apoyo de Policía Técnica. Según el jerarca, esa repartición se ocupará de investigar robos, por ejemplo, de computadoras o de objetos de preciado valor para sus dueños pero de escaso valor económico.
Además, en el segundo semestre de este año, la Jefatura de Montevideo inaugurará una segunda unidad de violencia doméstica. «No solo para responder a este tipo de delitos sino también tendrá una tarea proactiva», señaló Fernández. Esta unidad atenderá los casos de violencia doméstica en la zona oeste, ya que se ubicará en Carlos María Ramírez y San Quintín. La Jefatura pretende instalar más unidades de este tipo en otros barrios de Montevideo.