Llegaron a la redacción dos pequeñas cajas de cartulina, de diferentes colores, que traían una inscripción en su cara superior: «El cuidado de todos los niños y niñas es responsabilidad de todos». Al abrirla, la cara interna tiene un espejo y una inscripción: «te toca». La apelación es directa y fue enviada a los funcionarios de todos los niveles del estado. «Contamos con que las infancias y adolescencias ocupen en la agenda de su gestión un lugar prioritario», dice el texto que acompaña al objeto. La iniciativa del Foro de Infancias de Rosario, que se reúne desde hace cinco años dos jueves por mes, para incidir sobre las políticas públicas, señala las graves falencias en la aplicación de la ley nacional de infancia aprobada en 2006. «Es el momento de hacer cambios más contundentes, más estructurales, porque con pequeñas reformas no alcanza. Cada vez que se vulneran derechos donde deberían protegerlos, se está perjudicando a niños y niñas», expresó Marcela Lapenna, de la Asociación Civil Chicos. El Foro cuestiona la deficiente asignación presupuestaria para el área tanto a nivel provincial como municipal. «La nueva ley viene a reemplazar en gran parte lo que hacían los juzgados de menores, con estructuras estatales que tienen trabajadores precarizados y en muchos casos, formados en los preceptos del patronato», apuntó Lapenna.
El patronato es el anterior paradigma de atención a los niños que implementó el estado argentino en 2006, con el eje puesto en la minoridad bajo tutela estatal, en lugar de los niños como sujeto de derecho. Bajo estas palabras se esconden situaciones dolorosas al extremo. «Nos estamos encontrando con pibes con trastornos severos de personalidad que tienen 16 años y comenzaron a consumir poxi (pegamento) a los ocho. ¿Qué hicimos mientras tanto?», preguntó Lapenna. En ese punto, las integrantes del Foro recuerdan que «la mera enunciación de los derechos no garantiza su cumplimiento» y explican que la campaña de las «cajitas» apuesta a sensibilizar a los funcionarios. «Siempre terminamos hablando de las situaciones más graves, de los niños que están en instituciones de alojamiento, pero queremos generar un marco mayor de respeto por los derechos. Cuando un niño o una niña carecen de agua potable, o de vivienda digna, o de jornada escolar completa, les están vulnerando sus derechos. ¿Quién piensa que el agua, que la vivienda estén relacionados con la ley de infancia? Sin embargo, la compañeras de Salud nos dicen que la mitad de los chicos no estaría internado si tuviera una vivienda en buenas condiciones sanitarias», agregó Lapenna.
El capítulo más difundido de la problemática –y también el más agudo– está relacionado con las instituciones de alojamiento de niños que el estado debe amparar a partir de una medida extraordinaria de protección, debido a que no pueden continuar viviendo con su familia. El Foro congrega a organizaciones no gubernamentales, profesionales que trabajan el tema y personas movilizadas por la situación de la infancia que se reúnen jueves por medio para incidir en las políticas públicas, pero también para compartir sus experiencias con los niños y niñas, casi en una clave catártica.
Las integrantes del Foro también manifestaron su decepción por la designación de Analía Colombo –a quien habían cuestionado por falta de antecedentes en el área– como Defensora de la Niñez. «El discurso progresista esconde muchas cuestiones que no suceden, en los hechos se dan otro tipo de acciones», apuntó Marta Vitta, de Fundación Síntesis y también integrante del Foro. «No nos da lo mismo que las cosas se hagan bien o no, porque las decisiones erróneas perjudican la vida de los chicos», dijo Lapenna. «Y están los tiempos, además, porque no es lo mismo un año que cinco años, en ese lapso se termina la infancia de una persona», apuntó Bibiana Berardo, trabajadora social de la zona sur.
Desde el Foro están convencidos de que «se puede hacer una gran ley, pero si no tenés un presupuesto que la avale, es lo mismo que nada», apuntó Vitta. Por su parte, Juana Nardini, de Acela, consideró que «atrás de un escritorio es muy fácil armar un plan fantástico, sobre una mesa, pero si no tenés los medios humanos y materiales para desarrollarlo, no tiene sentido».
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/10-32474-2012-02-12.html