El juez de Ejecución Penal porteño, Marcelo Peluzzi, ordenó que una condenada trans que estaba alojada en Ezeiza y había sido torturada, violada –contrajo VIH– y fue quemada en el penal, recibiera detención domiciliaria porque su encierro era “indigno y cruel”. La detenida, cuya historia fue revelada por este diario en agosto de 2013, había denunciado a una jefa de turno del Módulo VI porque le había arrojado un colchón en llamas y sufrió graves quemaduras. Antes, en la U32 de Varela, del SPB, había denunciado a su director porque le había ofrecido no trasladarla a Sierra Chica a cambio de “tener sexo con él y su personal”.
Peluzzi, que hizo hincapié en la gravedad del padecimiento de la mujer, agregó además que “la respuesta punitiva tiene como límite la integridad física y la salud psico-física”, en relación con la ley 24.660 de Ejecución de la Pena, vulgarmente conocida como de excarcelaciones. El juez ordenó al SPF que “diseñe e implemente a la brevedad una política integral de tratamiento penitenciario destinada a las personas transexuales alojadas en los establecimientos federales”.
El caso fue resuelto por intervención de la defensora oficial Patricia García y la Procuvin a cargo de Abel Córdoba, y los fiscales de Ejecución Penal Guillermina García Padín y Gustavo Plat.
Durante una visita de Roberto Cipriano García, a cargo del Area de Encierro de la Procuvin, se conoció el caso de la denunciante en el marco degradante en que se encontraban todos los alojados en el pabellón trans que estaba ubicado en lo que antes era un pabellón de celdas de castigo. Difícil encontrar simbolismo más concreto que el del SPF.
Procuvin pidió la historia del caso de la denunciante. Incluso el propio Cipriano García la había acompañado siendo coordinador del Comité Contra la Tortura, de la Comisión Provincial por la Memoria. La historia es horrorosa y habitual: denunció malos tratos en la cárcel de Marcos Paz, donde fue violada y contrajo VIH. Malos tratos en 2010 en Sierra Chica y quemada con un colchón por la jefa de turno contra quien presentó una denuncia que derivó en una golpiza a sus dos testigos.
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