Ya pasaron cuatro meses y el crimen sigue sin justicia. Pero la familia de Patricio Barros Cisneros continúa luchando.El joven de 26 años fue asesinado por Rodrigo Chaparro, Héctor Mario, Gerardo Luna y César Benítez, los guardias del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) que la mañana del 28 de enero lo arrinconaron en el sector de control de la Unidad Nº 46 de San Martín, para matarlo a patadas y golpes de puño, mientras su esposa embarazada de ocho meses observaba la secuencia y se desesperaba al ver a su marido esposado en el piso, con un agente que lo sostenía por el cuello al grito de “acá mandamos nosotros”.
A las mujeres, hombres y chicos que durante un día y medio desafiaron el frío sobre el Camino del Buen Ayre, comiendo en ollas populares, bajo la amenaza latente de la represión uniformada, no les quebró la voluntad que las autoridades judiciales, quizás acostumbradas a mantener el status quo y no avanzar en las causas que puedan poner en aprietos al poder político provincial, no se esfuercen demasiado en detener a los autores materiales del asesinato de Patricio.
La familia del muchacho sabía, desde el inicio de la lucha, que esto pasaría. Sin embargo, jamás dudó en levantar la voz para poner a los responsables tras las rejas. En los últimos días distintas organizaciones sociales se sumaron a la manifestación y acompañaron a la familia Barros Cisneros entre el humo de las gomas que ardieron frente a uno de los complejos penitenciarios bonaerenses más denunciados en los últimos años.
Ayer la protesta tuvo resultado. Cerca de las 18, Florencia Piermarini, jefa del SPB, ordenó la disponibilidad simple de otros tres agentes –sus apellidos son Gallego, Silva y Ken– que también participaron de la golpiza a Patricio. Pero la familia de la víctima reclama que a los cuatro prófugos –Chaparro, Mario, Luna y Benítez– los busque una fuerza de seguridad nacional y no la Bonaerense, que en estos cuatro meses no pudo detener a ninguno de los fugitivos.
El asesinato de Patricio Barros Cisneros ocurrió el 28 de enero durante el horario de visita. Nadie está preso por el homicidio. La autopsia del cuerpo fue realizada en el Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses de la Procuración provincial y los peritos constataron más de 30 golpes en la cabeza de Patricio, además del hundimiento del globo ocular izquierdo y las múltiples lesiones en los miembros inferiores y superiores. Todas las marcas eran defensivas, compatibles con aquellas que sufren las personas que intentan defenderse con las manos y piernas. Según la Comisión Provincial por la Memoria, “la bestialidad penitenciaria extrema se materializó en las sucesivas patadas en los testículos, sobre los que un agente saltaba aplicando puntapiés con sus borceguíes”.
La paliza continuó con Patricio muerto. Esa fue la manera que los guardias prófugos eligieron para demostrar autoridad frente al resto de la población carcelaria, ya acostumbrada a la violencia silenciosa del monstruo que devora vidas y escupe cadáveres.
La muerte de Patricio no fue un hecho aislado. Ocurrió en el contexto de impunidad que reina en el Complejo Norte del SPB. <

Los datos

1El 28 de enero Patricio Barros Cisneros estaba junto a su mujer, cuando fue agredido a golpes y patadas por guardias del SPB en la Unidad Nº 46 de San Martín.

2El joven murió por las graves heridas. Pero las autoridades del penal, quienes fueron pasadas a disponibilidad, adujeron que se había golpeado contra las rejas.

3Por el homicidio hay cuatro agentes prófugos y tres efectivos separados de sus cargos.

La versión oficial

Luego del crimen, Leonardo Dziata –entonces director de la Unidad Nº 46– intentó desviar la investigación y mediante el Despacho Nº 313/12 informó que “el habitante del pabellón 1 (N de R: se refería a Patricio) comienza a correr en dirección al sector control esgrimiendo un elemento punzante (…) una vez reducido el interno logra zafarse corriendo en dirección a las rejas de acceso al sector control, y sin mediar motivo alguno comienza a golpear su cabeza fuertemente contra las rejas para luego caer pesadamente contra el suelo, quedando instantáneamente inmovilizado”. Según el SPB, la causa de la muerte fue por “autolesiones”.

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