El sorteo para determinar la lista preliminar de 11.384 ciudadanos bonaerenses que podrán integrar los tribunales de los juicios por jurados en la provincia fue breve, duró alrededor de unos diez minutos, pasadas las 11.30. Luego de las explicaciones de rigor sobre el mecanismo de la elección, dos hombres subieron al escenario principal del Salón de Sorteos del Instituto Provincial de Lotería y Casinos de La Plata y colocaron con parsimonia las bolillas del 1 al 9 en los tres bolilleros que se levantaban en el estrado. De izquierda a derecha, cada uno arrojaría un número que se correspondería con la centena, decena y unidad de los DNI de las personas seleccionadas. La primera cifra sorteada fue el 983. Enseguida, en una pantalla gigante que se encontraba por detrás de los aparatos aparecieron automáticamente los 10.890 nombres de aquellos cuyos documentos tenían esa terminación. Eran los primeros elegidos. Como aún restaban ocuparse 494 lugares, se hizo una nueva ronda donde salió el 461 y la escena se repitió: centenares de nuevos anónimos comenzaron a desfilar en pantalla, esta vez elegidos también por orden alfabético de entre el total del padrón electoral provincial con los mismos dígitos finales en sus identificaciones.
En un hecho inédito, a partir de ahora y por el término de un año, cualquiera de estos ciudadanos seleccionados podrá ser citado a integrar jurados para juicios en los que se diriman penas de 15 o más años de prisión y tendrán la posibilidad de establecer la inocencia o culpabilidad de un acusado.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, aseguró en el acto de ayer que “con esta medida, se construye el fortalecimiento de la democracia y la transparencia de todo el sistema judicial. Estamos poniendo a la provincia de Buenos Aires a la vanguardia de acercar la Justicia a la ciudadanía y la ciudadanía a la Justicia”.
Scioli, que presidió la ceremonia junto al ministro de Justicia provincial, Ricardo Casal, remarcó que el sistema de juicio por jurados “está en la base de la concepción democrática de la justicia”. “Los jurados tendrán la responsabilidad cívica de representar al pueblo de la provincia de Buenos Aires”, aseguró el mandatario provincial en el edificio ubicado en la calle 46, entre 6 y 7. También destacó que el trabajo “no será fácil, ya que estarán decidiendo sobre lo más sagrado, que es la vida y la libertad de las personas”.
La nómina seleccionada ayer se distribuirá entre los 18 departamentos judiciales que tiene la provincia, que se encargarán de depurar la lista apartando a los inhabilitados y conformará el padrón final que será remitido a la Suprema Corte de Justicia provincial. Una vez confeccionada esta lista, será publicada en el Boletín Oficial y los sorteados tendrán 15 días para observar o enmendar los datos.
Para ser jurado se requiere tener entre 21 y 75 años a la fecha del juicio; ser argentino nativo o naturalizado con no menos de cinco años de ciudadanía; entender plenamente el idioma nacional; tener ejercicio pleno de sus derechos (no estar limitado por cuestiones legales, penales y demás) y gozar de aptitud física y psíquica suficientes para el desempeño del cargo.
A su vez, no pueden ser jurados quienes tengan cargos públicos por elección popular; o funcionarios públicos con rango equivalente o superior a director a nivel nacional, provincial o municipal; ni en órganos legislativos en los tres niveles. Tampoco, los empleados de los poderes judiciales nacional o provincial. Ni integrantes de fuerzas de seguridad, defensa o penitenciarios, o servicios de seguridad privada. Ni cesanteados y exonerados de las administraciones públicas y fuerzas de seguridad; quedan excluidos además los abogados, escribanos y procuradores. Tampoco los condenados por delito doloso; los ministros de un culto religioso o las autoridades directivas de partidos políticos inscriptos ante la Justicia Electoral provincial o nacional.
De ese listado final, 40 días hábiles antes del inicio de un juicio, se sortearán 48 personas que serán convocadas inmediatamente a una audiencia de recusación por el juez, el fiscal y el defensor, para sopesar su imparcialidad, a través de una notificación, donde se les explicará la tarea, su significado y los requisitos, impedimentos e incompatibilidades para su desempeño.
Puede haber recusaciones. Y entre los que resulten aceptados, serán sorteados 12 jurados titulares y 6 suplentes, en mitades repartidas por género, que deberán presenciar todas las audiencias. Sus datos recién podrán ser conocidos por las partes el mismo día de inicio del juicio.
Ser jurado no requiere conocimientos previos de ningún tipo. Todas las instrucciones le serán explicadas el mismo día del juicio como también todas las cuestiones que deberá atender para votar por su veredicto. Por otro lado, el acusado podrá desistir de ser enjuiciado por jurados previamente a la citación.
Los tribunales por jurado estarán presididos por un juez del Tribunal en lo Criminal, que será quien dirija el debate oral. El jurado será el que decida en una reunión cerrada si existió el delito y, en caso afirmativo, si consideran al acusado culpable, no culpable o no culpable por razones de inimputabilidad. El juez, por su parte, decidirá el monto de la pena. Si la decisión del jurado es una absolución, será inapelable. Cualquier otra sentencia podrá ser recurrida. Los jurados cobrarán una remuneración diaria por su tarea.
Informe: Gonzalo Olaberría.
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