El juez de instrucción de Reconquista, Virgilio Palud, procesó finalmente a tres policías por apremios ilegales aplicados a jóvenes en la comisaría de Florencia. Se trata de Darío Bernachea, Fabián Sánchez y Pablo Fantín, estos dos últimos además bajo la figura de «privación abusiva de la libertad». Las torturas a cinco jóvenes habían sido denunciadas ante la Corte Suprema de Justicia por el diputado Eduardo Toniolli, presidente de la comisión de Derechos y Garantías de la Cámara Baja y por el Defensor General Gabriel Ganón.
Tres jóvenes denunciaron haber sido picaneados, sometidos a «submarino seco» (bolsa en la cabeza), golpes y hasta vejámenes. La causa se inició el 8 de junio de 2012, a raíz de la denuncia que radicaron ante el magistrado, Martín Gómez, Roberto Valenzuela y Lucio Prieto, quienes dejaron constancia que el 12 de mayo fueron llevados a la comisaría 9ª de Florencia en averiguación de un hecho ilícito. Tiempo después fueron objeto de apremios y vejámenes de todo tipo Ronildo Romero y Orlando Romero, trabajadores en la cosecha, quien dijeron que una comisión policial había llevado hasta un lugar donde estaban trabajando y los detuvieron con la intención de hacerlos responsables de una serie de delitos cometidos en la zona.
Tras ser revisados por un forense, Palud destaca en su fallo que «solo a Orlando Romero se pudo constatar en la región lumbar derecha una zona apenas perceptible equimótica de 5 cm de díametro probablemente provocada con objeto contundente de 5 a 7 días de evolución y en el dedo gordo del pie izquierdo observa una región equimótica debajo de la uña de mas de diez días de evolución».
El detenido Prieto denunció que» entre otras cosas que el policía Fantín lo amenazó, llamó a otro policía y le pidió la jeringa y la tinta y me preguntaban cosas si yo sabía y me dijo que si yo no le contaba donde estaban las cosas que me preguntaban me iba a inyectar la tinta en el brazo para que me muera». La tinta y la jeringa fueron secuestradas por personal de Asuntos Internos.
Para Palud están «acreditados los hechos atribuidos a los imputados a Fantín, Sánchez y Bernachea, los dos primeros por haber sido mencionados por las víctimas y haber sido instructores de los sumarios en el marco de los cuales se habrían producidos los hechos denunciados y que fueran probados en autos, tal como ocurrió con las amenazas de inyectarle tinta a Prieto y los golpes a los Romero, toda vez que los demás apremios denunciados no han podido ser corroborados con pruebas objetivas que lo acrediten, pero que surgirían de los testimonios coincidentes de todas las víctimas».
«En el caso de Bernachea, cumplía tareas a cargo de la Jefatura de la dependencia en oportunidad de los casos denunciados, y por lo tanto (es) responsable del accionar del personal, si bien los denunciantes refieren la participación de otras personas», remarcó el juez, quien entendió que «de la investigación realizada no surgen elementos suficientes como para convocarlo a indagatoria» a un cuarto policía señalado por los denunciantes.
fuente http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/10-35531-2012-09-12.html