La Asociación Pensamiento Penal celebra que la provincia de San Juan se apreste a sancionar un sistema de enjuiciamiento penal compatible con las exigencias constitucionales pero, principalmente, con las necesidades de una sociedad moderna que precisa herramientas legales para gestionar sus conflictos en forma equilibrada y constructiva, donde todos los involucrados (imputados y víctimas) tengan la posibilidad plena de hacer valer sus derechos.
También celebramos que en el nuevo ordenamiento se contemple la implementación del juicio por jurados, que además de ser un mandato constitucional es la forma de consagrar la participación popular en el Poder Judicial, tendiendo un puente de plata con la ciudadanía para saldar la brecha que existe con el menos democrático de los poderes de la República.
Sin embargo, observamos con preocupación que, de acuerdo a los trascendidos, el proyecto innove de modo incorrecto sobre las mayorías necesarias para que los jurados puedan arribar a un veredicto condenatorio, habilitando esa posibilidad con mayorías simples (8 votos positivos sobre 12). La centenaria tradición juradista tiene una clara tendencia a la unanimidad para adoptar las decisiones más graves, máxime teniendo en consideración las enormes consecuencias que se desprenden de las condenas en los casos en que intervienen los jurados (por ejemplo, las prisiones perpetuas que, en la ley penal argentina representa prisión de por vida, con escasas posibilidades de rehabilitación).
La búsqueda de la unanimidad (o, al menos, mayorías calificadas) para adoptar graves decisiones implica profundizar la deliberación y la búsqueda de consensos y, especialmente, la legitimidad que representa una decisión unánime frente a los involucrados y el resto de la sociedad.
Consecuentemente, hacemos votos para que San Juan se suma rápidamente a los sistemas de enjuiciamiento acusatorio que rigen en la casi totalidad de las provincias, que se implemente el juicio por jurados, pero que se procure no innovar en los mecanismos tradicionales de la centenaria institución, desnaturalizando su esencia y contenido.