El sábado 22 se realizó una Asamblea de Inmigrantes impulsada por el PTS, con decenas de trabajadores y estudiantes de Bolivia, Paraguay, Perú, Colombia, Ecuador, Chile y Argentina, para discutir y empezar a organizarnos contra la reforma del Código Procesal Penal denominado “Código Berni”, por ser impulsado en su reaccionarios ítems por el Secretario de Seguridad y la enorme campaña xenófoba desatada en los medios de comunicación que busca criminalizarnos por nuestro lugar de origen.

Nos acompañaron en la mesa, Myriam Bregman, abogada del CeProDH y diputada electa por el PTS-FIT, junto a Juan “Perú” Rosas, inmigrante y obrero despedido de Lear en lucha por su reincorporación y Yuri Fernández, trabajador de la fábrica recuperada Brukman y miembro del cuerpo de delegados de la 1-11-14. También recibimos el saludo de Máxima, militante trans, como parte de los sectores LGTB con quienes compartimos nuestra lucha contra toda forma de opresión.

Al comienzo del intercambio, se propuso como presidencia honoraria a los 43 normalistas desparecidos en México. Por su inmediata aparición con vida y justicia por los asesinatos a los estudiantes de Iguala. En la Asamblea, cada compañero se expresó, transmitiendo su experiencia de vida, y las realidades particulares de cada lugar de origen, demostrando que si hay algo que no tenemos los trabajadores es fronteras.

Con respecto a la reforma al Código Procesal Penal, Myriam Bregman, planteó que hay dos hitos que marcan una avanzada en la política de criminalización de la protesta: la implementación de medidas de infiltración y espionaje en las manifestaciones, lo que conocemos como “Proyecto X”, y en 2010, el asesinato de Mariano Ferreya a manos de una patota de la Unión Ferroviaria, en una lucha contra la tercerización, junto con el asesinato de tres inmigrantes en la toma del Indoamericano, una lucha por vivienda. Con estos dos hitos, avanza una política de construcción de «una especie de enemigo interno», representado en los sectores que luchan, particularmente el movimiento obrero combativo, al que se suma la criminalización y estigmatización de los inmigrantes como chivo expiatorio.

Actualmente dentro de este Código que el Gobierno quiere hacer pasar como «moderno y eficaz», aunque tuvieron que retirar el concepto de “conmoción social”, dejaron la figura de “expulsión de los inmigrantes” en su artículo 35. Como dijo Yuri Fernández: “Nada tiene que envidiarle esta reforma a las leyes de Residencia dictadas por la vieja oligarquía. Es el mismo estado que persigue a un sector de la clase obrera”. Por su parte, Juan Rosas, comenzó dando un saludo a la asamblea por parte de sus compañeros de Lear que luchan por su reincorporación y expresó la doble discriminación que vivimos los trabajadores inmigrantes, y el carácter de nuestra doble lucha por nuestros derechos. Mostró cómo se evidencia en la lucha contra la multinacional yanky que las leyes se aplican según la condición de clase. Myriam Bregman, señaló además como peligro que este código deja abierta la posibilidad de expulsión en base a causas que podrían armar las fuerzas represivas, como ejemplo, lo que sucedió con el gendarme “Carancho”. Los “delitos” que contempla este código al estar referidos a penas no mayores a 3 años, tienen como objetivo el llamado pequeño delito y van dirigidos también a los que toman tierras o cortan rutas.

Durante el desarrollo de la asamblea intercambiamos sobre distintos aspectos de la reforma. Una joven de Colombia aportó que la figura de “expulsión” está orientada específicamente a criminalizar a los sectores populares, pues, por ejemplo, los verdaderos actores y cómplices de las grandes redes de narcotráfico, no son otros que los propios funcionarios del poder político, la justicia y las fuerzas represivas. Otros compañeros resaltaron que más allá del campo jurídico, el objetivo es instalar una campaña política de estigmatización del inmigrante, por el contexto de recesión económica y el plan de aplicar el ajuste, buscando un “enemigo” e intentando generar divisiones al interior de la propia clase trabajadora. María, trabajadora boliviana despedida de la textil Elemento contó la discriminación que sufrió por parte de la patronal y del propio sindicato que argumentaban que fue “bien echada” por inmigrante y la amenazaban con la deportación. Otras intervenciones marcaron el hecho de que este giro del gobierno Nacional hacia la criminalización de la protesta generaba tensiones y críticas de distintos sectores, incluso al interior del propio oficialismo. Compañeros del Frente de Trabajadores Paraguayos presentes saludaron la iniciativa e invitaron a seguir organizándonos.

Una de las principales conclusiones, es que para enfrentar este ataque es necesario poder unificar todas nuestras luchas. En este sentido, además de levantar nuestra voz denunciando la reforma al Código Procesal y la campaña xenofóbica que quieren instalar oficialistas y opositores, resolvimos participar activamente el próximo 6 de diciembre en el acto que impulsa el PTS en el FIT en Estadio cubierto de Argentinos Juniors, junto a las grandes luchas de los obreros de Donnelley y Lear, el movimiento de mujeres, la juventud que reclama por la aparición con vida de los normalistas. Ese día participaremos con una gran bandera de inmigrantes contra el “Código Berni”, y la unidad de todos los trabajadores y los sectores oprimidos, porque la clase obrera es una y sin fronteras.

Al finalizar pasamos un fondo de lucha para los trabajadores de Lear.

http://www.laizquierdadiario.com/Asamblea-de-inmigrantes-contra-el-Codigo-Berni-7234