Marcos Fabián Garay falleció el viernes en el hospital Lucio Molas a raíz de una severa lesión que le provocó otro interno de la Colonia Penal. El crimen está siendo investigado por la Justicia Federal, y hasta ahora hay un solo sospechoso.
El sábado 16 de este mes, en el pabellón 3 de la Colonia Penal U-4, un preso de 26 años sufrió una puñalada en la cabeza. Fue derivado de urgencia al hospital Lucio Molas y allí lo operaron, pero el viernes pasado a las 19.30 murió en la sala de terapia intermedia. El crimen es investigado por la Justicia Federal, y las principales sospechas recaen sobre un interno santarroseño de apellido Ortiz, según fuentes confiables.
Guillermo Garay (56) es el padre de la víctima, y se entrevistó con este medio ayer en horas de la tarde junto a su esposa, Nélida Mabel Ferreir. Abatido e indignado, arremetió contra la penitenciaría y contra sus directivos, y aseguró que iniciará medidas legales tanto contra esa institución como contra el homicida. «Yo soy un trabajador, pero mi hijo me salió torcido», expresó al principio de la entrevista. «En mayo del año pasado le dieron cinco años y ocho meses por un robo en Buenos Aires, y fue al penal de Ezeiza, pero después lo trajeron a Santa Rosa por buena conducta», sintetizó.
Marcos Fabián Garay llegó en agosto a la U4 y no tardó en darse cuenta que la vida allí sería muy distinta a la que llevaba en el penal de máxima seguridad de Ezeiza, donde el castigo físico era moneda corriente. «Acá no nos pegan: nos tratan como seres humanos», les decía a su madre por teléfono. Sin registrar ningún inconveniente hasta el día de su muerte, el joven trabajó en la panadería, inició sus estudios para terminar el secundario y se anotó en un curso de pastelería que nunca llegaría a comenzar.

¿Quién fue?
«El sábado a la tarde llegué a Santa Rosa, y en el hospital los médicos dijeron que Marcos sufrió un derrame cerebral a causa de una puñalada en la cabeza», contó el entrevistado. «Al día siguiente fui a la Colonia Penal y el director (Mario Ptasnik) me atendió y me explicó que no sabía lo que había sucedido y que hasta ahora no había ningún imputado. Esto me resultó chocante. ¿Cómo puede ser que se detenga a un asesino en una ciudad y que, dentro de un pabellón con 20 personas, no se sepa quién le dio la puñalada a mi hijo?», exclamó.
Por tal motivo, Guillermo Garay no se quedará con los brazos cruzados. Dice que va a esperar a que los forenses realicen la autopsia, que irá a José León Suárez a enterrar a su hijo y que volverá a Santa Rosa. «Quiero ver qué va a pasar; los presos van a tener que salir de testigos, porque esto no debe quedar impune», concluyó.

«No es común».
Por su parte, el titular de la Colonia Penal, Mario Ptasnik informó que todo está en etapa de investigación, que ya se tomaron declaraciones a algunos internos y que el arma homicida (una faca) quedó secuestrada y anexada a la causa. Si bien no quiso brindar detalles respecto al supuesto homicida («por el secreto de sumario») y si fue trasladado a otro pabellón, aseguró que el hecho «se va a esclarecer».
«En los últimos años la cantidad de homicidios en cárceles disminuyó, así que este hecho no es común. De todas formas no se puede garantizar al 100 por ciento la seguridad, porque acá los internos no están en celdas individuales sin contacto entre ellos», comentó Ptasnik.

 

 

fuente http://www.laarena.com.ar/la_ciudad-asesinaron_a_un_interno_de_la_u_4_de_un_puntazo-89676-115.html