“- ¿Cual es el destino de este pibe? Que un día venga un loco y le pegue dos tiros en la espalda.”
Los nadies de Baby
Eso dijo Baby, y no dijo nada de mejorar las condiciones de supervivencia, no dijo nada de la injusticia que representa un sistema que le permite a él y a tantos otros, vivir, por una cuestión meramente azarosa mucho y muchisimo mejor que cualquiera de los que están afuera. Porque hay que ver las caras de los que están afuera. Y no se trata de encontrar culpables, porque en mayor o menor medida culpables somos todos. Los que permitimos, los que nos quedamos callados, los que tenemos miedo, los que no mostramos y los que no sabemos como reclamar.
Baby dijo que si entraban a la casa los mataba y no dijo nada del estado calamitoso de las cárceles que impiden cualquier posibilidad de reinserción. No dijo nada de los punteros de La Matanza o Merlo o Quilmes que necesitan de gente que necesite y que necesite poco, porque cuando no se tiene nada se necesita poco. No dijo nada del Paco para matar a los pibitos desde que tienen diez años y tampoco dijo que la brecha, eso que le dicen, la brecha entre ricos y clase media, educados y con acceso a bienes culturales marca una posición que deja afuera a un 30 por ciento de los argentinos. De ese 30 por ciento que está afuera el 80 por ciento esta amontonado en el conurbano bonaerense donde se rinde homenaje a intendentes que se pasan la mitad de su vida intendenteando.
Baby dijo que acá la única salida es salir con un revolver y matarlos a todos, pero cayó que ese mismo discurso ya se intentó varias veces en la Argentina y no fue salida de nada. No dijo tampoco nada de la misericordia y la coherencia, él, tan católico y apostólico no dijo nada de la misericordia.
Ahora Baby está ahí merodeando los quirofanos y dandole vueltas a la muerte. Nosotros estamos acá tratando de que la discusión evolucione, tratando de decir que la discusión por los salarios de los docentes es mucho más que para que no haya paro, que si se arregla por debajo de la mesa con los sindicatos esto no mejora nada ni a nadie (aunque deje tranquilos a padres que tienen que cumplir el horario en empresas de otros padres que pueden pagar escuelas privadas que no hacen paro).
Estamos diciendo que si no mejoramos las condiciones de transporte los que se mueren siempre son los que están afuera. Tratamos de decir que si no se brindan condiciones mínimas de salud y cultura los que están afuera van a hacer lo imposible por entrar. Y tendrán razón, solo por una cuestión tan azarosa como nacer y dónde nacer no puede condenar un destino. No son Nadies como dice Galeano, son y reclaman por ser, como pueden, como les sale.
Los nadies de Galeano.
Fuente: http://rubenmatos.wordpress.com/2012/03/16/baby-si-entran-a-mi-casa-los-mato-pobres-son-los-que-tienen-la-puerta-cerrada/