SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los disturbios provocados en la madrugada del viernes por cinco internos del Penal III terminaron con un herido leve entre los detenidos y una nueva celda clausurada que se suma a las cuatro cerradas en anteriores oportunidades y reduce la capacidad operativa de la deteriorada unidad carcelaria.
La revuelta comenzó pasada la medianoche del jueves con la quema de colchones y otros elementos dentro de la celda de procesados ocupada por cinco internos que participaron del motín del 18 de mayo.
El subcomisario Manuel Muñoz, titular del Penal, atribuyó el desborde al consumo de alucinógenos o «la abstinencia» que transformó una diferencia de opiniones en una verdadera batahola. «Son personas con problemas de adicciones que si consumen se alteran y si no consumen también, porque la abstinencia los vuelve locos» explicó.
Cuando los guardiacárceles abrieron la reja para evacuar la celda y evitar un desenlace fatal fueron agredidos por los internos, que portaban facas y objetos punzantes, por lo que debieron replegarse en espera de refuerzos. Entre tanto los internos, exaltados, ganaron el pasillo y habrían intentado autolesionarse pero sólo uno terminó con heridas leves, informaron desde el Penal.
La situación quedó bajo control pasada la 1, merced a la intervención de una decena de efectivos, bomberos y personal del hospital que constató el estado de salud de los reclusos. Tras recuperar el orden, los reubicados en la misma cárcel con autorización del juzgado de turno.
El subcomisario Muñoz informó que la celda quedó inutilizada y debió ser clausurada. Ante esta situación las autoridades del penal están realizando gestiones para reparar y reacondicionar las plazas cerradas en el corto plazo mientras se espera la construcción del nuevo edificio anunciado por provincial.
