Dos bonaerenses de la 1ª de Berisso fueron pasados a disponibilidad después de la denuncia presentada por la Comisión Provincial por la Memoria, el martes pasado, luego de que un trabajador de la CPM fuera esposado y brutalmente golpeado en (des)control policial, la madrugada del domingo. Ayer, Mario Verón, el documentalista de la CPM torturado, amplió su declaración ante la oficina de Asuntos Internos.
La vertiginosa respuesta de la Interministerial, creada por Scioli para el autocontrol de policías y penitenciarios, tiene sus méritos (la mentada velocidad para iniciar una resolución); tiene sus marcas (no podrán argumentar lentitud en otros casos que carecen de perfil político); y tiene sus hendijas (los dos policías no son los que lo golpearon). Una curiosidad: Asuntos Internos, que siempre va a la lerda cola de la investigación judicial, ahora marca el paso; mientras que la fiscalía sigue el ritmo acostumbrado: sólo tiene el escrito de la denuncia, que fue caratulado con un cotidiano “lesiones”.
El martes pasado, la CPM acompañó a Mario Verón, documentalista de esa comisión, a presentar la denuncia ante la Justicia para que se investiguen las torturas sufridas por él, el domingo pasado a la 0.30. Una copia de la denuncia fue girada a la flamante Interministerial creada por Scioli.
Ayer, el propio Guido Carlo-tto, secretario de Derechos Humanos del gobierno bonaerense, que integra la Interministerial, se comunicó con la CPM para informar que dos uniformados habían sido pasados a disponibilidad por el hecho. En Asuntos Internos, que lleva adelante la investigación sumarial, el expediente lleva la carátula “Amenazas, torturas y privación ilegal de la libertad”, tan precisa como inusual. Los dos policías involucrados eran los del retén, que detuvieron el taxi y que pidieron refuerzos, pero no fueron los que lo torturaron. Otros dos, que llegaron en apoyo, son los que esposaron y patearon al documentalista.
“Llegaron en un patrullero en el que no funcionaba el ABL (dispositivo semejante a un GPS que rastrea al vehículo en conexión con el 911), con lo que no se lo puede detectar”, señaló Rodrigo Pomares, abogado de la CPM que acompañó a Verón.
Pomares explicó que ayer Verón amplió su declaración ante AI. “Describió su paso por Reconocimientos Médicos de la Bonaerense, en la comisaría 2ª. Dijo que una médica lo hizo pasar y dos policías se quedaron detrás de él. Le preguntó si quería dejar constancia de algo y él dijo que sí.”
–Pero mirá que vos ya te vas, estás por averiguación de identidad –trató de disuadirlo la médica.
–Me golpearon en la cabeza, en la espalda, en el ojo –dijo Verón.
La médica no le pidió que le mostrara los golpes y en el acta no dejó registradas las marcas que en el hospital público le verificaron luego. En este caso, de clara connotación política, la Interministerial lleva la delantera: la fiscalía 11, a cargo de Alvaro Garganta, lo único que tiene en el expediente es la denuncia. No avanzó en nada. Es más, parece haber retrocedido: la calificación de la denuncia fue “Lesiones”.
fuente http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-206402-2012-10-26.html