Unos 10.000 detenidos alojados en las cárceles de la provincia de Buenos Aires fueron habilitados para votar en las elecciones. Esos internos, con prisión preventiva, sin condena firme, están alojados en 49 unidades penitenciarias bonaerenses y tres alcaldías penitenciarias.
Quedan fuera de este deber cívico la Unidad 34 Melchor Romero, que aloja internos con patologías psiquiátricas, y la Unidad 22 Lisandro Olmos, que es un hospital de agudos con detenidos en alojamiento transitorio.
Según informó un comunicado del Servicio Penitenciario bonaerense, los presos ejercen su derecho a sufragar mediante el sistema de boleta única y se les reconoce su jurisdicción de acuerdo con el último domicilio que figura en el documento.
Los votos emitidos en cada uno de los establecimientos penitenciarios son remitidos a la Cámara Nacional Electoral que, luego de realizar el escrutinio, labra un acta y la remite, a su vez, a cada una de las juntas electorales nacionales con asiento en cada distrito del país.
Los detenidos sólo votan cargos nacionales por una razón logística, ya que el padrón se confecciona en base a la dirección que figura en el DNI. Por este motivo, un detenido de La Plata alojado en el penal de San Nicolás, por ejemplo, no contaría con boletas de los candidatos platenses.
“Los detenidos tienen acceso a televisores y radios y han podido informarse sobre los candidatos. Además, se efectuaron talleres de formación y capacitación en las aulas para concientizar a los alumnos sobre la importancia de elegir representantes legislativos”, precisó uno de los supervisores del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense.
Ayer, en la Capital, un total de 720 internos de la Unidad Penitenciaria Federal de Villa Devoto votó en las dos mesas habilitadas en ese establecimiento, informó la defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, que participó en calidad de observadora de los comicios.
En el sector educativo de la unidad, habilitado para los comicios, la defensora y sus colaboradores observaron las dos mesas electorales instaladas, los cuartos oscuros y las boletas unificadas con las que sufraga.
En el caso de la Capital Federal, eran dos las boletas: en una constan las doce alianzas inscriptas para senadores y diputados nacionales, y en la segunda hoja las 24 listas para legisladores porteños. En ambas listas se identificaban alianzas y partidos con sus nombres y número de lista y los nombres de los dos primeros candidatos. El interno debía marcar su opción para cada categoría, doblar ambas hojas e introducirlas en la urna.
Un padrón de 720 internos, menos de la mitad de la población total del establecimiento, incluía por lo menos a dos jurisdicciones: ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires.
Los internos votaron en las mismas mesas, pero se les entregaban las boletas correspondientes según el domicilio del documento.
El escrutinio de estas urnas se realizará en la Cámara Nacional Electoral en forma separada del resto de las urnas, según informaron los veedores judiciales a la defensora porteña.
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