Daniel Herrero, secretario de Extensión de la Unicén, dijo que las jornadas, las primeras en su tipo en la Región, persiguen soluciones a las problemáticas que hoy presenta la actividad educativa en contextos de encierro.
Con la finalidad de «comprender la complejidad que implica» y «hallar nuevas ideas para superar las dificultades que supone la educación en contexto de encierro», según explicó a este Diario el secretario de Extensión de la Unicén, Daniel Herrero, ayer se inauguraron las Primeras Jornadas Regionales «Educación en la cárcel. Políticas y prácticas educativas» en la Unidad Penal Nº 38 de Sierra Chica.
Hoy, las actividades se trasladarán al Campus Universitario, más precisamente a la sede de la Facultad de Ciencias Sociales. Las jornadas han sido organizadas por la Facso a través del programa «Educación en contextos de encierro», la Defensoría Pública de Azul, el programa de extensión denominado «Universidad en la cárcel. Desde la resistencia cultural», la Secretaría de Extensión de la Unicén y la Facultad de Derecho que funciona en Azul. Mientras tanto, impulsan el evento a través de la Comisión Honoraria la Universidad del Centro de la Provincia, la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia, el Colegio de Magistrados y Funcionarios de Azul, el Colegio de Estudio Sobre Educación en Cárceles (Gesec) y el Instituto de Estudios Judiciales, con el auspicio de la Asociación Pensamiento Penal.
Unas doscientas personas -entre autoridades penitenciarias, educativas y universitarias, además de magistrados, abogados y presidiarios de distintas unidades de la Región- siguieron el desarrollo de la primera jornada que comenzó hacia las diez de la mañana con la presencia de autoridades de Sociales y Derecho, el defensor departamental de Azul, Diego Lucas Fernández, y el vicepresidente del Gesec, Mag. Francisco Scarfó.
No pudieron llegar, aunque su presencia estaba comprometida desde hace varios días, la directora del Programa Nacional de Educación en contextos de Encierro del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, Lic. María Isabel Giacchino de Ribet, ni el responsable del área de Educación en contextos de Encierro del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires.
El primer panel estuvo dedicado a «Presentación de documentos de diagnóstico para la discusión en los talleres», con exposiciones de las abogadas María Stain y Soledad Kelly y la Lic. Sofía Canevello (Gesec) y más tarde, de la Mag. Analía Umpiérrez (coordinadora de los programas «Educación y Cárcel» dependiente de Extensión de la Universidad y «Educación en contexto de encierro», de la Facso) y la abogada Isabel Labataglia (Derecho Unicén).
Tras los trabajos en comisiones, sobre el final de la tarde se cumplió el plenario para la exposición de conclusiones.
Este sábado, el escenario será la Facultad de Ciencias Sociales, donde a las 9.30 se presentará el segundo panel, titulado «La educación en la cárcel bajo la lupa. Debates sobre la nueva ley de estímulo educativo», por Mariano Gutiérrez (abogado y docente de UBA), la directora del Observatorio de Cárceles de la Procuración Penitenciaria de la Nación, Marta Monclús Masó; la lic. Sofía Thisted, asesora de la Dra. Adriana Puiggrós, y la ya citada Mag. Analía Umpiérrez. El cierre llegará alrededor de las 13.30.
Las palabras de Herrero
Consultado por este Diario, Daniel Herrero explicó que «hace ya más de 10 años que se está trabajando en educación superior en las cárceles y mucho antes con primaria y secundaria» por lo que, en realidad, «esta iniciativa surge como consecuencia de varios actores. Por un lado, del propio Servicio Penitenciario, que tiene un área específica de Educación, pero también por actores de la cartera educativa de la Provincia de Buenos Aires, la propia Universidad a través de sus actores y facultades presentes aquí y por supuesto también la Defensoría General y Departamental y el Colegio de Abogados y Magistrado de la región», así como organizaciones civiles como Gesec, involucradas en la problemática de la educación dentro de las cárceles.
A partir de esa unión, «la idea es que podamos avanzar, desde el plano intelectual, tratando de entender, de comprender la complejidad que esto implica, y también desde el plano de las prácticas, tratando de superar los escollos que hoy se nos presentan. Porque digamos que éste es un trabajo que no puede estar sólo librado a la educación; también tienen que estar todas las dependencias del Estado, porque estamos educando en contextos muy particulares, en este caso, en contexto de encierro en cárceles. Así que esperamos que de aquí surjan nuevas ideas para poder superar las dificultades que existen en esta materia».