Un grupo de senadores demócratas ha instado al Gobierno del presidente, Barack Obama cerrar la base militar en Guantánamo (Cuba), tanto por las condiciones a las que están sometido los presos como por el elevado coste económico que supone para el Estado, mantener operativo este centro de detención, el cual se ha disparado a 2,7 millones de dólares por cada reo.
Varios senadores demócratas han abogado este miércoles en favor del cierre de la base militar estadounidense en la bahía de Guantánamo (Cuba) y han apuntado que el coste por cada preso se ha disparado hasta los 2,7 millones de dólares (alrededor de dos millones de euros) al año.
«Es un gasto enorme de dinero», ha sostenido la senadora demócrata Dianne Feinstein durante una reunión del subcomité jurídico del Senado en torno a este asunto. Guantánamo ha sido descrita como la prisión más cara del mundo, y el presidente, Barack Obama, citó en mayo sus costes como una de las principales razones para cerrarla.
Por su parte, el senador Adam Smith, el más alto cargo demócrata en el comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, ha subrayado que, desde su apertura en 2002, la prisión ha supuesto un coste de 4.700 millones de dólares (unos 3.560 millones de euros) a las arcas del país.
El coste de mantenimiento de la prisión es uno de los argumentos utilizados en los últimos meses por algunos miembros del Partido Demócrata que abogan por su cierre, si bien el principal motivo argumentado son las condiciones de detención de los reos, algunos de los cuales permanecen años en la cárcel sin ser acusados de delito alguno.
«Nuestros líderes militares y de seguridad han concluido que el riesgo de mantener abierto Guantánamo supera el riesgo de cerrarlo, ya que las instalaciones dañan a nuestras alianzas y sirven como una herramienta de reclutamiento para los terroristas», ha dicho el senador Richard Durbin.
Obama accedió a la Presidencia en 2009 con la promesa de cerrar el centro penitenciario en el plazo de un año, si bien relegó el asunto en su agenda y se encontró con la oposición del Congreso, controlado por el Partido Republicano.