ANDAR en Mar del Plata

(por Mariana Cuesta*) En el último tiempo suena en los medios de comunicación locales la idea de erradicar  la cárcel de Batán para combatir a la inseguridad. La propuesta es expresada por el empresario, y ex candidato a concejal del Denarvaeismo, Emiliano Giri. Esta iniciativa incluyó salida a doble página en el diario, títulos prometedores, encuestadora con nombre en inglés, y presentación en un Hotel con referentes políticos de diversos partidos.  Marketing, mucho marketing.

En un principio pienso que la propuesta no va a tener repercusiones. Me equivoco. Desde hace un tiempo la idea de trasladar la cárcel se escucha en todos los medios de comunicación, tanto locales como nacionales. Erradicar la cárcel, o trasladarla, parece ser la solución a la problemática de la inseguridad.

la idea de trasladar la cárcel de Batán se escucha en todos los medios de comunicación de Mar del Plata

Giri dice que con esta medida se reducirían “los índices delictivos” y se disminuiría “la reincidencia”. “La cárcel lamentablemente nos ha generado una problemática de inseguridad, desarrollo urbano y desigualdad muy importante. Mar del Plata, una ciudad turística por excelencia, nada tiene que ver con una cárcel”, sostiene,  y agrega (como si faltara agregar algo) que “en 1980, cuando se inauguró el penal, Mar del Plata tenía 2 asentamientos, y hoy tiene 48. Es que el 70% de la población carcelaria de Batán proviene del conurbano”.

Contestar es darle entidad a una propuesta (por ahora nada escrito) cargada de estereotipos, prejuicios y mucho (pero mucho) desconocimiento. Ahora,  no contestar es dejar que esta idea quede firme.

Aunque estoy convencida de que es inviable, y que la cárcel no se trasladará; no salir a contrarrestar ese discurso  es dejar sin dar batalla, es permitir  que quede  en el sentido común la  idea de que el traslado de la cárcel es la solución a la inseguridad.  Pero como nos enseñó “El Bebe” Cooke,  sólo ganan las batallas los que están en ellas.

Para empezar habría que aclarar que la cárcel de Batán no es una sino tres. Allí funciona la Unidad Penal 15, hombres con condena firme;  la Unidad 44, la Alcaldía, para hombres sin condena firme;  y la Unidad 50, que es la de mujeres.  Con estos datos surge la primera pregunta: Giri ¿quiere trasladar las 3? Si es así los presos sin condena ¿a dónde irían? ¿a las comisarias? Habrá entonces que recordarle a Giri que la Resolución 2109 del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, en su artículo 1°, dispone el cierre definitivo de los calabozos ubicados en las comisarías de la provincia.

Otra de las cuestiones sería saber a dónde se propone trasladar la cárcel. Hasta ahora no parece ser definido, sólo se supo que sería en algún lugar de la provincia de Buenos Aires de “baja densidad poblacional”.  Entonces podemos entender, si seguimos el razonamiento de Giri, que la idea consiste en llevar el problema a otro lado.

si se llegase a trasladar la cárcel, los detenidos quedarían lejos de los jueces y defensores que llevan sus causas y lejos de su familia

Asimismo, hay otra cuestión, y quizás la más compleja: si se llegase a trasladar la cárcel, los detenidos quedarían lejos de los jueces y defensores que llevan sus causas y quedarían lejos de su familia, no tendrían visitas. Habrá entonces que aclararle a Giri, que la cárcel del “Fin del Mundo” y la pena de Destierro no existen más.

Giri sostiene, y en eso se basa su propuesta, que la cárcel genera inseguridad. Lo explica de la siguiente manera: el 70% de los presos son del conurbano y vienen con sus familias, las que viven en  villas o asentamientos. Como son familiares de personas que cometieron delitos, ellos también serían delincuentes. Todo muy lindo. La idea de Giri vendría a ser algo así como un aggiornamiento de la Teoría Lambrosiana.

Vamos a desarmar ese razonamiento. Por empezar, no hay ninguna prueba empírica o estudio en el mundo,  que pruebe la relación directa entre que la instalación de una unidad penal genere más delitos para la comunidad donde está inserta. No hay, seguramente, porque esa relación es falsa.

no hay ninguna prueba empírica o estudio en el mundo,  que pruebe la relación directa entre que la instalación de una unidad penal y más delitos para la comunidad donde está inserta

Por otro lado, Giri se equivoca (o miente) con el dato de que el 70% de los detenidos son del conurbano. De los 970 detenidos que hay actualmente en la Unidad Penal 15, no son oriundos de Mar del Plata aproximadamente 200, es decir cercano al 20%.  Basta hablar con ellos para saber que sus familias no se han radicado en Mar del Plata, ni tampoco asisten los días de visitas.

Hablemos de la cárcel. Hablemos del hacinamiento. Hablemos de las condiciones insalubres. Hablemos de las torturas. Hablemos del servicio penitenciario. Hablemos del dolor. Hablemos del Poder Judicial.  Hablemos de los proyectos de vida. Hablemos de los sueños. Hablemos de la policía. Hablemos de Políticas públicas. Hablemos de la sociedad en la que queremos vivir. Pero hablemos en serio.

En mi cabeza queda dando vueltas una frase del Juez de garantías Juan Tapia: “La cárcel es insegura, cada 3 días muere un preso en las cárceles de la Provincia”. Hablemos para dar batalla al marketing, a las soluciones mágicas, a la estigmatización y a los prejuicios.

Demos batalla.

 

*Corresponsal de Andar en Mar del Plata