El Servicio Penitenciario Provincial, emplazado en la localidad de Miraflores, departamento Capayán, distante a 30 kilómetros al sur de la Capital, está a punto de colapsar; no solo por las pocas plazas que le restan cubrir para colmar su capacidad, sino también por las malas condiciones edilicias que padece. Desde la creación del penal, allá por el 2010, casi no se realizaron tareas de mantenimiento en la estructura edelicia, lo que lleva a que hoy un total de 50 celdas esté fuera de uso, es decir inhabilitadas para el alojamiento de internos. Boquetes en las paredes, incendios intencionales, ruptura de camas, etc., son solo algunas de las falencias que llevan a reducir notablemente la capacidad de alojamiento del penal. LA UNION pudo conocer por fuentes internas de la cárcel, que la capacidad de alojar internos -ya sea penados o procesados- provinciales y federales está casi al límite.
Estructura
La cárcel de Miraflores está constituida por 12 héctareas de construcción, cuenta con 24 pabellones en los cuales están alojados 470 internos, siendo la capacidad máxima 560. Sin embargo, y como ya se explicó anteriormente hay 50 celdas inhabilitadas, además de otras 19 que no pueden ser utilizadas, ya que en dichos pabellones están alojados Domingo Delgadino y sus hijos Franco y Diego -condenados en setiembre pasado a prisión perpetua por el secuestro coactivo y muerte de Leandro Centeno-, y por cuestiones de seguridad no comparten con otros internos. En síntesis, para cubrir todas las plazas del penal restan solo 18 lugares, los cuales según fuentes del penal, podrían cubrirse en un plazo no superior a un mes.
Los guardiacárceles en números
Actualmente el penal cuenta con alrededor de 100 efectivos con tratamientos psicológicos tras la presentación de carpetas por problemas psiquiátricos.
Son más de 100 los guardiacárceles que trabajan por guardia, aún cuando en realidad concurren solo 30.
Hay 35 oficiales jefes que no hacen guardia, es decir que no recorren los pabellones.
Entre enfermeros, choferes, sección Canes, Caballeriza, grupo de traslado, cocineros, etc. contabilizan otras 148 personas que no hacen guardia.
Suma 200 el personal del Comando que desarrolla tareas administrativas u otras funciones que no tienen que ver con las guardias. En esta cantidad no están incluidos los 30 administrativos que no revisten la jerarquía de numerario de la fuerza de seguridad.
Los “huéspedes” y la cárcel
- Total de internos: entre penados -los que cumplen condena- y procesados -a la espera del juicio oral-, hasta este mes contabilizan 470.
- Capacidad de alojamiento total: 560 plazas, de las cuales de acuerdo con el último relevamiento realizado por personal idóneo del Servicio Penitenciario de Miraflores, 50 celdas están inhabilitadas (ruptura, boquetes en las paredes, destrucción de camas, etc.).
- Solo los Delgadino: en tanto que otras 19 no son usadas por razones de seguridad.
- Restan por ser ocupadas: solo 21 plazas.
En promedio, 1 guardiacárcel debe custodiar a 20 presos
El déficit de personal en el Servicio Penitenciario Provincial es un problema de vieja data que parece no tener solución. Si bien el año pasado ingresaron cerca de 70 nuevos agentes al penal, estos desarrollan tareas “administrativas” en la Legislatura Provincial, Defensa Civil, ministerio de Desarrollo Social y otras reparticiones como Seguridad Ciudadana.
LA UNION pudo saber que actualmente el Servicio Penitenciario cuenta con 24 pabellones en total -incluyendo las celdas de castigo- y 580 empleados. Si bien es cierto que el número de empleados supera al de internos, entre penados y condenados 470 -hasta el 25 de octubre de 2014-, no todos trabajan en las instalaciones del servicio ni mucho menos cumplen la función de guardia en los pabellones, manteniendo contacto con los internos y vigilando su comportamiento.
De los datos brindados surge que dicha tarea, es decir de guardiacárceles, la desempeñan solo 170 efectivos, los cuales están divididos en tres guardias de 24 horas cada una. No en todas las guardias hay 56 personal para custodiar y vigilar el comportamiento de los 470 internos, sino que en el mejor de los casos los guardiacárceles llegan a contabilizar 35, aún cuando la última semana solo llegaron a 23, según información oficial del penal.
Los restantes justifican su ausencia con notas médicas, lo que agranda aún más la brecha entre la cantidad de internos que aloja el penal y los guardiacárceles que trabajan en su vigilancia. Hay 12 veces más presos que efectivos.
Asimismo, se supo que el cupo femenino de personal en el penal es de 200 aproximadamente, quien desarrolla tareas administrativas y de requisa en las visitas.
El déficit de los guardiacárceles
- Guardiacárceles, pero no en la cárcel. Otro dato que se conoció fue que de los 70 efectivos que egresaron el año pasado, el 5 % presta servicio en el penal de Miraflores. El resto, por supuesto “padrinazgo” trabaja en otras instituciones con horarios “administrativos”, como por ejemplo: 1) Defensa Civil; 2) Legislatura Provincial; 3) Ministerio de Acción Social; 4) Seguridad Ciudadana, entre otras.
- Nota médica. En promedio, por cada guardia se presentan entre 10 y 15 notas médicas. Es decir que dicha cantidad de guardiacárceles no concurre a su lugar de trabajo, quedando solo 30 efectivos por cada 24 horas para custodiar a 464 internos.
- Problemas psicológicos. Actualmente hay alrededor de 100 efectivos que presentaron carpeta psiquiátrica, es decir que no concurren a trabajar por problemas psicológicos.
http://www.launiondigital.com.ar/noticias/136035-carcel-personal-ni-celdas-a-punto-colapsar