Villa María. La compulsión por seguir jugando a cualquier precio, llevó a un albañil de 26 años a asaltar con un cortaplumas en el baño de mujeres del casino de Villa María a una señora 40 años mayor que él. Le sacó 100 pesos y ahora deberá pagar una condena de cinco años de prisión.
Lucas Taylor se confesó frente al tribunal como un adicto al juego de las tragamonedas. En diciembre de 2012, este joven -que no tenía antecedentes penales-, no dudo en ir por más dinero dentro del mismo casino, cuando ya había perdido lo que tenía.
Una semana después del asalto, como siguiendo el guión de una película, regresó a la misma escena del crimen, a continuar jugando su dinero en las slots en el casino de esta ciudad. Su imagen, registrada por las cámaras de vigilancia, permitió identificarlos rápidamente. Sin poder jugar ni un centavo, terminó ese 29 de diciembre de 2012 en la comisaría.
La Cámara del Crimen de Villa María lo condenó a cinco años de prisión por robo calificado por el uso de arma blanca. Debido al tiempo transitado tras las rejas, en algo más de tres años podría estar saliendo en libertad condicional.
No es la primera historia lamentable que se desprende de personas que no pueden contener su impulso de jugar. Hay otros antecedentes, de diferente naturaleza, en varias salas de juego.

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