El compendio señala que los efectivos de la Policía, en caso de abordar a sospechosos en la calle, deberán en primer término tomar las medidas de seguridad, tras lo cual se le hará conocer, “con profesionalidad” las razones del procedimiento.
Luego, con respeto y de manera adecuada, se le requerirá la documentación y las razones de su presencia en el lugar.
Si tiene documento pero las razones no convencen, los policías deberán preguntar entre los vecinos. Si persiste la duda, la persona podrá ser llevada a la dependencia.
Pero además, los uniformados deberán solicitar información al comando, para verificar si la persona tiene pedido de arresto, si tiene antecedentes o es requerida por alguna razón.
Todo este trámite deberá realizarse de manera rápida, a los fines de evitar un traslado innecesario y que la demora o arresto sea lo mas breve posible.
Pero si es necesario, trasladarla a la seccional, donde se registrarán de inmediato sus datos y se la notificará de las razones, haciendole conocer sus derechos.
De igual manera, un médico forense deberá revisar al arrestado, tanto al ingreso como a su egreso de la dependencia. Mientras tanto, Criminalística realizará tareas biométricas para obtener datos del arrestado, que puedan ser de utilidad en el futuro.
Cabe señalar que el arrestado tiene derecho a comunicar de su situación a sus familiares, por lo que la comunicación deberá ser inmediata.
Todo debe quedar asentado en un libro de arrestos de guardia, expresa el protocolo.
Si la persona debe quedar alojada en la comisaría, se evitará por todos los medios ubicarla en un calabozo junto a detenidos por delitos penales o contravencionales.
En ese caso, se dispondrá de una oficina, en la que permanecerá con custodia policial.
A los fines de que todo quede debidamente documentado, se habilitará un libro de arrestados en averiguación de actividades y medios de vida”.