Con la sombra de Bulacio: así analizó la jueza de Faltas de Barranqueras –Chaco-, Sandra Saidman, una causa en la que se había detenido a 17 personas en una cancha de futbol barrial. Todos fueron detenidos por infringir el código de faltas provincial.
El 12 de julio de 2012 en la canchita de futbol del barrio ‘La Lomita’ en la localidad de Barranqueras, Chaco, la tierra se levantaba por todas partes. Aunque era de noche el polvo no dejaba entrever si había una pelea o un partido de fútbol. No era claro. Sin embargo, allí llegó la policía provincial en ocho motocicletas y un móvil.
El resultado del procedimiento fue la detención de 17 personas; 10 pasaron 4 horas presos y los otros 7 estuvieron 14 horas detenidos. El Código de Faltas provincial contempla la “detención preventiva” por flagrancia, es decir, en el momento de la infracción. Todos los detenidos quedaron implicados en una causa.
El informe policial de las detenciones consignaba que ante un llamado por un supuesto “desorden” los policías fueron al lugar y “constataron la veracidad de lo informado”, observando la “presencia de una gran cantidad de personas, todos masculinos, quienes se encontraban aglomerados promoviendo desorden, en un sector de una cancha del barrio”.
Después de ser “agredidos”, continua el informe, los policías detuvieron a todos los “desordenados” y les secuestraron tres botellas de cerveza y tres envoltorios “posiblemente” con marihuana por lo que se dio intervención al departamento de drogas peligrosas.
La jueza Saidman, sostuvo que el informe policial “no dio razones suficientes que validen la detención” y sólo se limitó a calificar al hecho como un gran desorden y a las personas aprehendidas como «desordenadas». Para la magistrada hubo “una actuación policial desproporcionada, no compatible en modo alguno con el desempeño de una fuerza policial democrática”.
“Los rodeamos y los interceptamos”, dijo en su testimonio uno de los policías. «Policías hijos de puta, ustedes vienen y buscan a la gente que trabaja y no a los chorros”, gritaba la gente que miraba la detención, agregó otro uniformado.
“En éste caso y atento a los hechos que vengo señalando, debo arribar a la conclusión de que éste procedimiento policial se trató de una razzia”, concluyó la jueza recordando el caso Bulacio llevado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “Los sectores que se ven principalmente afectados por este tipo de «razzias» son los más jóvenes, pobres y trabajadores”, citó la magistrada recordando la exposición de una perito que actuó en el caso.
Tal y como explicó en el fallo Saidman, los policías después de recibir una comunicación “fueron hasta el lugar, comprobaron la presencia de muchas personas, habrían sentido el olor característico de la marihuana, ingresaron al lugar con las motos y sin constatar efectivamente la comisión de una falta o identificar al/los autor/res de las mismas, rodearon a las personas que no huyeron y las detuvieron”, consigna la sentencia.
La magistrada consideró “nulas” las detenciones y absolvió a los 17 detenidos. También pidió la intervención del fiscal Especial de Derechos Humanos de la provincia, Daniel Turraca y ordenó dar intervención al Órgano de Control Institucional (O.C.I.) de la Policía de la Provincia del Chaco para iniciar sumarios administrativos a los efectivos.