El juez Francisco Pisa dictó la prisión preventiva para los 10 policías de la Brigada Norte acusados de privación ilegítima de la libertad, en detrimento de un agricultor oriundo de Chaco que viajaba junto a su hija y un amigo. En forma paralela, el magistrado decidió el sobreseimiento en la causa de otros 18 uniformados que trabajan en la dependencia policial.
El 25 de julio, la cámara del Ministerio de Seguridad Ciudadana ubicada en Córdoba y 25 de Mayo captó el momento en que el comisario Jorge Pereyra estacionó su camioneta frente a la sede del Correo Argentino. Adentro, el chaqueño Juan José Vallejos le confesaba a un empleado postal que los policías de la Brigada de Investigaciones Norte le pedían desde la madrugada una coima de $ 30.000 para dejarlo en libertad junto a su hija y a un amigo.
Pereyra era el jefe de esa dependencia policial y está detenido junto a otros nueve policías. El fiscal de Instrucción Washington Navarro Dávila le había pedido al juez Pisa que dicte la prisión preventiva contra los efectivos, acusándolos de privación ilegítima de la libertad triplemente agravada y de exacciones ilegales.
La acusación que formalizó el fiscal se basó, entre otras pruebas, en los 84 reconocimientos en ruedas de personas efectuadas. Las víctimas estuvieron frente a todo el personal de la Brigada de Investigaciones Norte, y señalaron a quienes habrían participado del pedido de coima.
El jueves 25 de julio a la madrugada, Vallejos ingresaba a Tucumán por la ruta 9 (desde Santiago del Estero) y fue detenido en un aparente control policial. La víctima (que viajaba con su hija y un amigo) contó en su declaración que primero le dijeron que había cometido una infracción, y que luego le pidieron dinero para dejarlo continuar viaje. Los llevaron a la base de la Brigada de Investigaciones Norte, en Yerba Buena.
Los policías, en cambio, expresaron que contaban con el dato de que trasladaban armas y droga en un auto color claro. Esta situación, sin embargo, no había sido documentada y tampoco se había dado intervención a la Justicia, por lo que el fiscal no la dio por válida, según comentaron fuentes judiciales.
Los policías que habrían participado en el falso control policial, según la acusación, son Juan Donato Pérez, Néstor Javier «Caña» Díaz, José Roberto Lazarte, Ariel Alejandro Paz, Antonio Manuel Alberto Núñez y Esteban Arturo «Dodó» González.
En la Brigada Norte estaban de guardia esa madrugada Cristian Oscar Córdoba y Miguel Ángel Vaca. Los dos le dijeron al fiscal que no sabían nada del pedido de coima. Incluso, Córdoba adujo que esa noche estuvo enfermo y que tomó un analgésico que le produjo sueño. Sin embargo, ambos fueron señalados en los reconocimientos de personas.
A la mañana llegaron el jefe de la dependencia (Pereyra) y el segundo jefe José Justino Ponce. Fueron reconocidos por las víctimas, y Navarro Dávila consideró en su acusación que no podrían haber desconocido lo que pasaba en la dependencia.
Pereyra fue registrado por las cámaras de seguridad ubicadas frente al Correo Central. Primero estacionó unos pocos minutos por calle 25 de Mayo y más tarde, cuando el escándalo había estallado, se lo vio cuando paró por calle Córdoba. El comisario reconoció ante el fiscal que estuvo allí, justificándose en que fue a averiguar qué estaba pasando, al conocer que había una denuncia, comentó una fuente de la fiscalía.