«Si algo no salió bien, fue por esos imponderables de la vida», dijo el ex juez Gustavo Adolfo Jensen. «Nadie puede tener la bola de cristal», añadió el ex magistrado que se retiró en diciembre pasado. Habló el mismo día en el que su colega, Carlos Flores, que afronta un jury, podría conocer la fecha del debate público.
El ex juez Gustavo Adolfo Jensen afirmó que “si algo no salió bien, fue por eso imponderables de la vida y no por falta de profesionalidad, dedicación o conocimiento”. Asi respondió la consulta sobre el caso Carla Figueroa, la joven que fue asesinada en Pico por su pareja, Marcelo Tomaselli, a quien el ex juez benefició -junto al juez Carlos Flores- con un avenimiento para que pudiese salir de la cárcel y casarse, a pesar de que estaba acusado de violarla.
“Nadie puede tener una bola de cristal para saber qué va a hacer la persona a los dos o tres días de salir en libertad, mucho menos cuando se carece de medios intermedios, de control, asistencia de la víctima, sicólogos, sociólogos, que deberían formar parte de un gabinete bien estructurado de un poder judicial que quiere hacer las cosas bien”, dijo el ex juez, en declaraciones a LU100 AM 1130.
Cabe recordar que Jensen evitó el jury de enjuiciamiento al acogerse al beneficio del retiro voluntario en el diciembre del año pasdo. En cambio, su colega, Carlos Flores, está afrontando ese proceso.
Jensen rompió el silencio de varios meses esta mañana, en la radio. Consultado sobre el tema, primero dijo: “Siempre he sido una persona muy respetuosa de la institución, de los colegas y de la gente. Por ese motivo nunca quise contestar afrentas ni lo pienso hacer”.
“Es un tema que, afortunadamente, lo supere. Estoy en otra etapa de mi vida. Creo haber cumplido honorablemente con las cuestiones que me tocó cumplir dentro del Poder Judicial”, dijo.
“Hay cosas que uno piensa que deberían ocurir de una manera y ocurren de otra -justificó-. Esto es parte de la imprevisibilidad de la naturaleza humana. Nadie puede tener la bola de cristal para saber qué va a hacer dentro de dos o tres días la persona que sale en libertad. Mucho menos cuando a veces se carece de medios intermedios, como puede ser institutos de control, como la asistecia de la vícitma, asistentes sociales, sicólogos, sociólogos, que deberían formar parte de un gabienete bien estructurado de un Poder Judicial que quiere hacer las cosas bien. Cosa que evidentemente nosotros no la tenemos”.
“Mientras pasen estas cosas, mientras en las instituciones, como hablamos de otros órdenes administrativos de la provincia, se viva improvisando y no cuente con gente realmente eficiente y profesional, vamos a tener poblemas en todos los órdenes”, añadió.
-¿Le quedó un sabor amargo después de esto? -le preguntaron.
-No, lo único que por ahi uno toda la vida, siempre, estuvo pensando, más cuando empezamos a tener años y años de servicio, en el momento de irse. A veces, muchas veces ocurió y ocurre, que cuando uno está en condiciones con el retiro voluntario y demás de irse, se le pasó por la cabeza tomar la decisión y a veces no la tomó. Esta situación me llevó a tomar la decisión y hoy ya emprendí una nueva vida, disfrutando de otras cosas que antes no podía disfrutar. Creo que está bien. Es un momento que pasó. Lo único amargo es que tal vez mucha gente se ha pensado una opinión equivocada de tantos años de trabajo.
Pero recuerdo con mucho cariño el paso por la justicia. Ha habido gente buena, capaz, eficiente. Creo que hemos hecho las cosas bien. Si algo no salió bien, por esos imponderables de la vida, no fue por un problema de profesionalidad, de desconocimeinto, ni de falta de dedicación o desidia. Son esas cosas de la vida que son impredecibles, que a cualquiera le puede pasar.