“Los policías que torturaron a mi hijo siguen trabajando en el mismo lugar”
Así lo denunció la madre de Michael Gabriel Fimiani a quién la justicia concedió una acción de habeas corpus luego de denunciar torturas y persecución por parte de dos policías de la Comisaría Undécima de Resistencia
Tras conocerse la sentencia judicial que hizo lugar a una acción de habeas corpus para que se garantice la libertad ambulatoria de su hijo, María del Carmen Canteros alertó que los dos agentes policiales que, a principios de marzo de 2012, lo balearon con postas de goma y torturaron hasta desmayarse en el patio de la Comisaría Undécima, “siguen trabajando en el mismo lugar”. Así, la mujer alertó sobre el grado de brutalidad policial que se viene desplegando en distintas comisarías del Chaco y la falta de respuestas institucionales a la misma.
“Que alguien por favor haga algo con estos dos policías que están torturando a los chicos”, exhortó Canteros, en diálogo con RADIO CIUDAD, en referencia a los policías Edgardo Ramón González y Diego Ramón Monzón. “No paran para nada, ellos siguen, se siguen ocupando”, denunció. Y advirtió que desde la Comisaría explicaron que “tienen poco personal”. “Ellos se siguen ocupando de los chicos buenos y dejan de ocuparse de los chicos delincuentes o de las personas delincuentes”, apuntó.
“Son personajes detrás de un uniforme, porque si no, no valen nada, no son nada. Están enfermos mentalmente, no pueden torturar a un chico inocente. Y así no fuera inocente no tendrían por qué hacerle lo que le hicieron a mi hijo”, precisó la madre del joven.
“Yo recorro los juzgados, ellos presentan notas”
Canteros también cuestionó la lentitud con la cual las instancias judiciales y administrativas dan curso a las denuncias que apuntan a efectivos de las fuerzas policiales, a excepción de la titular del Juzgado Civil y Comercial Nº6 de Resistencia, Isabel Iride Grillo, quién en pocos días resolvió hacer lugar a la acción de habeas corpus en favor de su hijo. “Ni siquiera fueron citados para identificarlos. Yo recorro los juzgados y ellos solamente presentan una nota por escrito. Ni siquiera los molestan a ellos para que se vayan a un juzgado. Nos tratan como si nosotros fuéramos los delincuentes”, se quejó.
Asimismo, la mujer reveló que existen cientos de casos por denuncias similares por brutalidad policial. “Hay 800 casos y tal vez haya más, pero en esa Comisaría no sé cuántos habrá», advirtió, insistiendo que los dos oficiales que torturaron a su hijo siguen prestando servicios en esa dependencia del Barrio Provincias Unidas.