El Centro de Recepción y Derivación de Menores, sito en avenida Alem y Mota Botello, ha colapsado en cuanto a la cantidad de chicos allí alojados por disposición judicial y los medios con que cuenta el edificio para brindarles seguridad. Claro ejemplo de ello son los seis colchones ignífugos para diez adolescentes allí alojados. Si bien el edificio que se encuentra a cargo de Desarrollo Social tiene alojamiento para doce personas, solo la mitad de las camas cuenta con este tipo de colchón exigido por la ley.
Actualmente esta institución no cumple totalmente con la función para la cual fue creada. En ella se encuentran privados de su libertad adolescentes de entre 16 y 17 años, sindicados como autores de ilícitos graves, quienes conviven junto con otros chicos que solo ingresan por 24 horas cuando el episodio del que se los acusa es menor y cumplen el arresto impuesto por la Justicia de Menores en su domicilio, debiendo acatar también otras medidas como las socioeducativas, por ejemplo.
“La privación de la libertad del adolescente debe ser la última alternativa y, en caso de proceder, se debe hacer en un lugar adecuado, cumpliendo diversos requisitos, tal como lo establecen las normativas nacionales e internacionales sobre los derechos de los niños, niñas y adolescentes”, explicó el juez de Menores Fabricio Gershani Quesada.
Agregando: “Esta medida, considerada última ratio, debe llevarse adelante en centros especializados, a los fines de cumplir con su objeto resocializador. Conforme con el artículo 50 del proyecto que pareciera tener mayor apoyo, la privación de libertad en el centro especializado consistirá en el alojamiento de la persona menor de dieciocho (18) años en un establecimiento creado a tal efecto. Esta sanción solo podrá aplicarse como último recurso, cuando las personas que al momento de la comisión del delito tengan entre 16 y 17 años y nunca podrá cumplirse en dependencias policiales ni penitenciarias”.
La “mezcla” de chicos a la que anteriormente nos referíamos, lleva hoy por hoy a que el centro esté colapsado en cuanto a su capacidad “correcta y segura” que se produce por la falta de un centro cerrado para jovencitos con conflictos graves con la ley penal, lugar que el año pasado fue prometido de ser entregado a la Justicia de Menores en agosto por la subsecretaría de Seguridad, por lo que el alojamiento de los chicos en el Centro de Recepción y Derivación de Menores era solo provisorio. Sin embargo, hoy varios meses después, ese “provisorio” quedó como “provisorio para siempre” al parecer, ya que el edificio donde funcionaba la ex Alcaidía que aún permanece cerrada el ala donde murieron los cuatros adolescentes el 9 de setiembre de 2011 por orden judicial, es ocupada para alojar a mujeres por la policía.
¿Cómo deben ser?
“Los centros especializados, conforme con el proyecto, serán de gestión pública y preferentemente de régimen abierto, entendiéndose por tales aquellos en los que se permite el ingreso y egreso de la persona menor de dieciocho (18) años conforme con las pautas que fijen los reglamentos internos. Deberán contar con un grupo interdisciplinario de profesionales especializados, adecuadas medidas de seguridad y espacios acondicionados que permitan la recepción de visitas. La dirección de estos centros será desempeñada por personal especializado y capacitado. En ningún caso podrá estar a cargo de personal policial, penitenciario o de las fuerzas de seguridad, y queda prohibida su presencia en el mismo”, explicó el magistrado.
Consultado con relación a la capacitad, expresó: “La cantidad de alojados no deberá exceder de aquella que posibilite la efectiva aplicación del plan individual de ejecución y una atención personalizada.
Las personas menores de dieciocho (18) años alojadas deberán tener acceso a la debida atención médica y psicológica, y se les deberá impartir educación obligatoria o permitirse las salidas. Es indiscutible que un joven que halla sido juzgado por un delito grave, que no responda a las medidas socioeducativas ni a las medidas alternativas, debe ser privado de su libertad, pero conforme con derecho, esta privación de la libertad no tiene carácter represivo sino es a fines de que el joven reciba la asistencia, educación y contención por parte de profesionales especializados de manera de formarlo para la vida en libertad”.
El centro en números
Hasta la tarde de ayer había 10 adolescentes alojados.
Varios de ellos con conflictos graves con la ley penal.
Hay doce camas, pero solo seis de ellas cuentan con colchones ignífugos.
En el lugar hay celadores.
fuente http://launiondigital.com.ar/noticias/79393-colapso-centro-recepcion-y-derivacion-menores