El nuevo proceso contra Jalid Sheij Mohamed, considerado el cerebro de los atentados que volaron las Torres Gemelas y parte del Pentágono y otros cuatro cómplices, comenzó este sábado en el tribunal militar de la Base de Guantánamo.

La audiencia tiene como fin iniciar la preparación de un nuevo juicio contra Sheij Mohamed y sus supuestos cómplices, su sobrino Ali Abdul Aziz Ali, y Walid bin Attash, ex guardaespaldas del fallecido líder de Al Qaeda Osama bin Laden, informó Europa Press.

También están pendientes de juicio Ramzi Bin al Shibh, entrenado para pilotar uno de los aviones que estrellaron el 11 de setiembre de 2001 y miembro de la célula de Hamburgo (Alemania), y Mustafa Ahmed Adam al Hawsawi, supuesto encargado de la financiación de los ataques.

Los cinco escucharon los cargos que se les imputaron, entre ellos la muerte de las 2.976 personas que fallecieron en los atentados terroristas de Nueva York, Washington y Pensilvania, donde se estrelló un cuarto avión, por lo que pueden recibir la pena de muerte.

El equipo defensor de los cinco acusados, compuesto por personal militar y letrados civiles, presentará sus alegatos después de que sean leídos los cargos que se les imputan, que incluyen varios cargos de «terrorismo, secuestro de aeronaves, conspiración y violación de la ley de la guerra».

Uno de los abogados defensores, Jim Harrington, aseguró que los cinco tienen intención de defender su inocencia.

Las estrictas medidas de seguridad en la Base Naval de Guantánamo se extremaron para esta primera audiencia de quienes planearon los atentados más graves de la historia de Estados Unidos, sólo unos pocos periodistas, observadores y familiares de víctimas estarán presentes, pese a que el proceso se emitirá por circuito cerrado de televisión a otras partes de Estados Unidos.

En anteriores audiencias, todos los acusados expresaron su desconfianza sobre la labor de sus defensores, por lo que el juez dictaminó que Sheij Mohammed, Bin Attash y Aziz Ali podrían representarse a sí mismos.

Los cinco acusados llevan años encerrados en la prisión militar de Bahía de Guantánamo y denuncian haber sido objeto de torturas para que confesaran su implicancia en los atentados.

Todos ellos permanecieron tres años en prisiones secretas de la CIA antes de ser trasladados en 2006 a Guantánamo.

La propia agencia estadounidense reconoció que Mohamed fue sometido a la técnica del waterboarding (simulación de ahogamiento) en 183 ocasiones.

El jefe de la fiscalía, el general de brigada Mark Martins, indicó que los tribunales militares de Guantánamo protegen los derechos de defensa de los presos y que las críticas del equipo defensor sobre la legitimidad de esta fórmula legal no está fundamentada.

 

Fuente: http://m.telam.com.ar/nota/24168/