La palabra justicia designó, originalmente, la conformidad de un acto con el derecho positivo, no con un ideal supremo y abstracto de lo justo. A dicho concepto objetivo corresponde, en los individuos, una especial actividad inspirada en el deseo de obrar siempre conforme a derecho, desde este punto de vista. Se cree que el jurista se inspiró en la filosofía griega de pitagóricos y estoicos. Resulta así que la justicia es una voluntad que implica el reconocimiento de lo que se estima justo y bueno.

 

 
El observar el adecuarse a la ley en las acciones humanas, los principios jurídicos se concentran de manera constante y perpetua. De tal modo, la justicia pierde su contenido abstracto, de valor ideal y estático, transformándose en una práctica concreta, dinámica y firme que permanentemente ha de dirigir las conductas humanas.
La justicia se ocupa en sí del apropiado ordenamiento de las cosas y personas dentro de una sociedad. Como concepto ha sido objeto de reflexión filosófica, moral y teológica y de debate a través de nuestra historia. Un número de cuestiones importantes acerca de la justicia han sido ferozmente debatidas a través de la historia occidental: ¿Qué es justicia? ¿Qué demanda de los individuos y sociedades? ¿Cuál es la distribución apropiada de la riqueza y los recursos en la sociedad? ¿Igualdad, meritocracia, de acuerdo al estatus, o alguna otra posibilidad? Hay muchas respuestas posibles a estas preguntas, desde diversas perspectivas en el espectro político y filosófico.
De acuerdo a muchas teorías de justicia es de suma importancia: “La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, así como la verdad es a los sistemas del pensamiento.”
Un estudio de la UCLA de 2008 ha indicado que las reacciones a la igualdad están “cableadas” en el cerebro y que “la igualdad está activando la misma parte del cerebro que responde a la comida en las ratas… Esto es congruente con la noción de que el ser tratados de manera igualitaria satisface una necesidad básica.”
Una investigación conducida durante 2003 en Emory University, Georgia, que involucra a monos capuchinos, demostró que otros animales cooperativos también poseen tal sentido y que “la aversión a la inequidad tal vez no sea únicamente humana”, indicando que las ideas sobre igualdad y justicia puedan ser instintivas en la naturaleza y en la sociedad.
Todas las virtudes están comprendidas en la justicia. En definitiva, la verdadera justicia es el arte de dar a cada uno lo suyo, o bien, hacer a un individuo dar lo suyo a otro, ello con base en los principios de la ciencia del Derecho, lo cual debe hacerse sin discriminar ni mostrar preferencia alguna por nadie, toda vez que las personas deben ser tratadas por igual para poder estar en condiciones de aplicar la justicia a plenitud.
El sistema de justicia de la República Argentina está compuesto por el Poder Judicial de la Nación y el Poder Judicial de cada una de las provincias. Integran también el sistema de justicia argentino el Ministerio Público Fiscal, el Ministerio Público de la Defensa y el Consejo de la Magistratura.
La organización judicial responde al carácter federal del Estado argentino. De este modo, existe por un lado una justicia federal con competencia en todo el país, que atiende en materia de estupefacientes, contrabando, evasión fiscal, lavado de dinero y otros delitos que afectan a la renta y a la seguridad de la nación. Por otro lado, cada una de las provincias argentinas cuenta con una justicia provincial que entiende en el tratamiento de los delitos comunes (también denominada justicia ordinaria), con sus propios órganos judiciales y legislación procesal.
Dicen que la “justicia es ciega” y su símbolo es una figura femenina con una venda en los ojos. Significa que la “buena justicia” no distingue entre las personas, se aplica en forma equitativa y con el mismo rasero mide a todos los ciudadanos.
La justicia es ética, equidad y honradez. Es la voluntad constante de dar a cada uno lo que es suyo.
Es aquel sentimiento de rectitud que gobierna la conducta y hace acatar debidamente todo los derechos de los demás. Hans Kelsen la define así: “La justicia es para mí aquello de cuya protección puede florecer la ciencia, y junto con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia.”
Otro nivel de análisis es entender la justicia como valor y fin del Derecho (más que como virtud subjetiva) al que podemos conceptuar juntamente como “aquel conjunto de valores, bienes o intereses para cuya protección o incremento los hombres recurren a esa técnica de convivencia a la que llamamos Derecho”.
Ahora bien, en cuanto el ideal de justicia, o sea ese conjunto de condiciones protegidas por el derecho, se puede considerar desde una perspectiva absoluta ius natura es justo y si no es justo es Derecho. Pero desde una perspectiva ius positivista, el derecho es condición de la justicia y a la vez esta es una medida de valoración del Derecho, por lo que podemos decir que un Derecho positivo determinado es justo o es injusto de acuerdo a un ideal de justicia subjetivo.

“Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino, con el de la misericordia.” Cap. XLII “De los consejos que dió a Sancho Panza”.

Si bien la justicia es una sola, la sensación que impera en la Argentina es que existen “dos clases” de justicia. Aquella para el ciudadano común y corriente, y la “otra”, la que abarca a los adinerados, políticos; la que se “vende, se compra o se maneja por contactos”.
En ese mundo donde confluyen los negocios con el show y donde suenan los nombres que alimentan las historias en las revistas de farándula, el nombre de Eduardo “Pacha” Cantón, el abogado y empresario involucrado en el accidente del Delta, no pasa inadvertido.
Por la tragedia que terminó protagonizando estuvo demorado unas siete horas y luego de los trámites de rigor, el viernes mismo, pudo marcharse a su casa. El solo hecho de que una persona, adinerada o no, este “demorada” pero no detenida por la trágica muerte de dos personas demuestra una grave falencia en el procedimiento penal de la provincia de Buenos Aires
Si la justicia es una sola, ¿por qué en algunos casos las personas quedan a disponibilidad del juez y otras en pocas horas quedan en libertad?
Desde el gremio ferroviario La Fraternidad salieron al cruce de las acusaciones contra el maquinista del tren 3772 de la tragedia del pasado miércoles en la estación de Once. Y denunciaron que, además de una campaña para responsabilizar a Marcos Antonio Córdoba, el trabajador ferroviario fue esposado durante su internación.
El vocero del gremio ferroviario La Fraternidad, Horacio Caminos, denunció que el maquinista del tren fue esposado durante su internación en terapia intensiva, y aseguró que el sindicato impedirá “que el hilo se corte por lo más delgado”, en referencia a las responsabilidades en la tragedia.
Por qué el maquinista quedó esposado, y Cirigliano, quien es el concesionario de TBA que causó la tragedia, está en libertad? ¿Acaso el maquinista, podía escaparse, herido como estaba, del hospital? Es mi deseo más profundo como argentino que las leyes sean igualitarias para todos, y no solamente para unos pocos.
Así como la tragedia de Once no puede ni debe quedar impune para ninguno de los responsables, lo mismo debería suceder en el caso del Pacha Cantón.
Porque la confianza en las instituciones hacen que podamos vivir mejor y más tranquilos en un país que vela por el interés de todos nosotros.

Fuente: http://tiempo.infonews.com/2012/02/29/editorial-68865-como-se-define-la-justicia.php