La Asociación Pensamiento Penal Capitulo Chubut manifiesta su profunda preocupación frente a la decisión del Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco de impedirle el acceso al campus universitario a una persona privada de la libertad.

M. A. condenado por el delito de abuso sexual agravado, se encontraba cursando la carrera de Abogacía en dicha casa de estudios, en ejercicio de salidas transitorias ordenadas por la justicia local. Y ante el reclamo de un sector de la comunidad universitaria, el Decano decidió vedarle el ingreso amparándose en que el mismo debería acudir a la misma con custodia policial.

Esta decisión se enfrenta con el régimen de progresividad de las penas –que procura la reintegración paulatina de los privados de la libertad al medio libre–, así como con la decisión de la jueza de ejecución que tiene a cargo el seguimiento del caso y que consideró que J. M. A.. estaba en condiciones de salir transitoriamente de prisión con un fin útil, cual es el de continuar sus estudios, y sin custodia policial, debido a que los profesionales del sistema judicial han dictaminado que el damnificado se encuentra en condiciones de empezar con salidas transitorias sin vigilancia.

Consideramos, tal como expresa la Resolución 77/18 de la misma Facultad, que “el ejercicio de los derechos en contextos de encierro, entre ellos, la educación, se ve atravesado y usualmente lesionado por problemáticas de diversa índole, y le corresponde a la Universidad asumir un rol activo en la defensa de la educación universitaria pública en dichos contextos, la que fue lograda y concebida como un derecho elemental que excede las cuestiones académicas y se erige como un derecho fundamental, como uno de los modos más efectivos para brindar oportunidades, acercar distancias y promover el empoderamiento y la autoconcepción del sujeto que ha sido privado de la libertad física como sujeto con derechos que le son propios. En esa línea, el compromiso de los actores universitarios se vincula con la lucha por el mantenimiento y la defensa del derecho de acceso a la educación, no como mera enunciación, sino como un verdadero compromiso social e institucional.”

Cabe preguntarnos ¿Qué pasará cuando, en unos años, J. M. A. pueda acceder a la libertado condicional? ¿O cuando termine de cumplir su condena? ¿Se le va a seguir negando el derecho universal a la Educación?

Con todo, lo más relevante es que se contrapone con las conclusiones de otras experiencias que advierten que la peor política pública que se puede adoptar con personas acusadas por hechos de agresión sexual es la del “acorralamiento’’. Esto es, expulsarlos, señalarlos o cerrarle cualquier puerta que obstaculice su reingreso a la sociedad. Básicamente, porque lejos de concretar un beneficio para la comunidad, contribuye a marginarlos y, por tanto, a profundizar resentimientos que podría llevarlos a la reiteración delictiva.

Desde el Capitulo Chubut de la Asociación Pensamiento Penal llamamos a las autoridades de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco a rever la decisión y a reintegrar a J. M. A. a la comunidad universitaria, en las condiciones previstas por la justicia de ejecución local.

Al mismo tiempo les recomendamos a las autoridades de esta alta casa de estudios:

. Invitar a les Jueces locales de Ejecución penal, a los fines de concretar un programa de implementación de programas de educación universitaria en contexto de encierro.

. Brindar charlas informativas y Jornadas de Ejecución penal en dicha casa de estudios, a los fines de visibilizar la temática y concientizar tanto a la comunidad universitaria como a la comunidad en general, donde en las mismas participen  también trabajadores de los medios de comunicación locales.

. Promover el dialogo constante con distintas instituciones y asociaciones de la comunidad civil a los fines de buscar soluciones a cuestiones que, entendemos pueden generar conflictos, pero que, consideramos, su solución no pasa por restringir derechos fundamentales por prejuicios que no tienen razón ni lógica alguna.