La imputación de la fiscal Dolores Romero Díaz fue tan inédita que sorprendió hasta a la propia Policía de Córdoba: luego de que tres agentes denunciaran que eran obligados a realizar detenciones con el solo fin de “aumentar las estadísticas de la fuerza sin importar los motivos de la aprehensión” , Pablo Márquez –comisario y jefe de una división del Comando de Acción Preventivo (CAP)–, fue imputado por el delito de “coacción y abuso de autoridad reiterado”.
El escándalo se desencadenó en noviembre pasado: cansada de los aprietes, Natalia Zárate, una agente de 38 años, denunció que su jefe la obligaba a “detener a cualquier salame que anduviese por la calle” (según está acreditado en la causa), para así aumentar las estadísticas de lucha contra el delito.
Márquez –con el aval de algunos de sus superiores, “lo que podría disparar nuevas imputaciones en la causa”, según señaló a Clarín el abogado Carlos Nayi– había establecido un sistema de premios y castigos para quienes cumplieran o no con su pedido.
Si las detenciones al final del día no eran las que él exigía, los agentes eran castigados con hasta ocho horas de sobrecarga laboral . En cambio, para quienes sí cumplían sus órdenes, el premio consistía en un cuadrito de honor con foto que se exhibía en la dependencia . Márquez fue licenciado y el Tribunal de Conducta Policial analizaba su apartamiento de la fuerza.
Desde la denuncia, Zárate fue víctima de aprietes y amenazas . La misma noche en que se presentó en la Fiscalía, ella y su novio (también agente) fueron licenciados en sus funciones. Luego –junto a otros 13 policías que declararon en la causa– fueron reubicados en distintas dependencias.
Fuente: http://movil.clarin.com/policiales/investigaciones/Imputan-comisario-arrestos-ilegales_0_654534636.html