El jefe policial analizó la actualidad de la fuerza y aseguró que la crisis institucional del 2008 fue superada porque cambió la formación. Resaltó que el delito descendió un 35% y dio detalles del sistema al que llaman “La carta del delito”, que permitió mejorar la seguridad.
JUAN ALFREDO OJEDA
Al cumplirse un aniversario más de la fundación de la Policía de Corrientes, el comisario general Juan Alfredo Ojeda hizo un balance de su gestión donde resaltó el apoyo del gobernador Ricardo Colombi para mejorar la seguridad y que el policía se desempeñe de acuerdo a las demandas que exige la sociedad. Destacó que la familia policial es uno de los pilares fundamentales de la fuerza y aclaró que de la manera en que se está trabajando no habría razón, ni motivos para que se instale una nueva crisis en la institución como aconteció en el 2008. Reconoció que los delitos que más se cometen son los arrebatos y robos en la vía pública, pero que con un plan de trabajo que implementaron con los datos arrojados por el sistema del 911, pudieron trabajar en prevención.
¿Se superó la crisis institucional que dividió a la fuerza en el 2008 o aún quedan secuelas?
Se dio un cambio a partir de la asunción del Gobernador Ricardo Colombi donde hubo un fuerte apoyo para la Policía. Se mejoró en la comunicación, se volvió a la disciplina y se recuperó el respeto que se había perdido entre efectivos. Sin respeto en cualquier vínculo nada funciona.
Otros de los aspectos que se trabajó, es evitar los recargos de servicios, es decir respetar los francos del policía. Se mejoró los haberes y eso fue valorado por la fuerza.
De la manera en que estamos trabajando no habría razón, ni motivos para que se instale una nueva crisis en la fuerza.
Con el plan de seguridad pública atendimos a las necesidades de la Policía en lo que hace al equipamiento como ser uniforme, chaleco antibalas, y movilidad entre otras cosas. Se renovó el parque automotor, se incorporó comunicaciones. Se refaccionó las comisarías y la construcción de dependencias con un modelo actualizado y una funcionalidad moderna.
El caso de los ascensos fue un paso muy importante que se realizó utilizando normas constitucionales y esto sin el apoyo del poder ejecutivo no se podría haber dado.
¿Que cambió en la formación policial para lograr un acercamiento con la sociedad?
Se implementó un cambio rotundo en la formación educativa en la Escuela de Policía. En la Escuela de oficiales pasó a ser 4 años y para egresar como suboficiales 2 años. Eso fue un gran desafío para nosotros.
En el 2011 con la firma del decreto del Gobernador, se aprobó el Instituto Superior de Formación Policial y con ello se aprueba la tecnicatura de seguridad pública y ciudadana. Eso significa un avance cualitativo trascendental para nuestra institución. Los profesores que enseñaban ad honorem, pasaron a tener su sueldo correspondiente. Es decir se comenzó a reconocer el trabajo del policía.
El próximo año egresarán los primeros técnicos en seguridad pública y ciudadana. Son cerca de 90 efectivos.
No obstante tampoco se dejó de lado al personal en servicio. Para ellos diseñamos una academia. Se trata de un área de capacitación interna, todo el personal policial subalterno y superior en servicio, asisten a cursos de actualización continua en el trabajo de seguridad, defensa personal y práctica de tiro. Logramos la formación e instrucción de acuerdo a los tiempos en que vivimos. Eso es algo que siempre hemos querido hacer, pero por distintas circunstancias no se hacía. La Policía es comunidad y debemos relacionarnos con la sociedad para generar confianza.
¿Qué tipo de trabajo realizan para combatir la inseguridad?
Se fortaleció y recuperamos las comisarías que son el alma de la Policía. Cualquier persona ante un problema recurre a la comisaría. Con la incorporación del sistema de patrulla en cada dependencia y la sala de comunicaciones con el GPS, se logró reducir los delitos.
En el 2010 se descendió en un 15% respecto al 2009 y en el 2011 disminuyó en un 35% en relación al 2009.
Hicimos algo que denominamos la carta del delito con información que recabamos del sistema del 911. Armamos un software. En función de eso diseñamos la distribución de los patrulleros en la ciudad. Los lugares donde más hechos delictivos teníamos era en las avenidas y los semáforos. Eso nos llevó a implementar el plan semáforo móvil, donde el policía se ubicaba en un lugar estratégico que le permite movilizarse rápidamente en caso de intervenir ante un hecho. Con eso logramos prevenir muchos delitos.
Aprendimos a controlar el delito y continuamente nos renovamos. En los últimos días se vieron denuncias de intentos de secuestros como lo llama la prensa a la salida de las escuelas, pero ningún caso se concretó, de todas maneras seguimos trabajando y tomamos con seriedad cada unas de las informaciones que nos da la ciudadanía. En la actualidad los delitos que más se cometen son robos y arrebatos en la calle.
¿Tuvo éxito la implementación del sistema del 911?
El propio ministro de Gobierno, Gustavo Valdés, impulsó el sistema 911. Se trata de una herramienta importantísima para la comunidad. Se abrió un canal de comunicación de la sociedad con la Policía que no existía. De todas maneras estamos avanzando en la renovación del sistema de comunicaciones con nuevas tecnologías.
La intención es actuar de la manera más rápida y efectiva. Aún queda mucho por hacer y cotidianamente trabajamos para superarnos en el día a día.
Un comisario que no tiene un perfil mediático
Fiel a su estilo, el jefe de Policía, Juan Alfredo Ojeda sólo se limitó a contestar las preguntas durante la entrevista.
Evitó hablar de su vida personal y resaltó con énfasis cada una de las acciones realizadas por el Gobierno.
Tiene una personalidad conservadora y esgrime con orgullo en cada una de sus palabras, la educación de la antigua escuela policial.
Esa en donde el uniforme significaba ser un señor y comportarse así ante la sociedad. Se nota que la vocación le brota en las venas
Su discurso tiene tallado el lenguaje policial y no abandona el estilo en ninguna circunstancia. Se muestra cuidadoso en cada uno de sus conceptos como si siguiera un libreto en el que la cordialidad está siempre.
NORBERTO GAMARRA
ngamarra@ellitoral.com.ar