El comisario Daniel Corbellini, flamante jefe de Orden Público de la UR II, se refirió esta mañana junto a la experta en geopolítica y narcotráfico a nivel de postgrado por la UNR, Adriana Rossi, a los recientes y repetidos hechos de violencia registrados en Rosario relacionados a la problemática del comercio de estupefacientes.
«Evidentemente tiene toda la apariencia de un ajuste, en el fondo cual cual fue la cuestión no lo sé hay un juez investigando que tiene los elementos para continuar avanzado en la cuestión de la muerte pero esto tiene sus altos y bajos lo he visto mucho», adelantó el jefe policial al ser consultado por el sonado caso del asesinato de Martín Paz, acribillado el sábado pasado en 27 de Febrero y Entre Ríos. «Es excepcional, puede repetirse en algún momento, pero depende mucho de las voluntades, algo fundamental, pero tiene grandes altibajos por épocas».
«Generalmente estos casos se dan cada vez más en grupos de personas mucho más jóvenes y no en grupos u organizaciones delictivas más profesionales, los jóvenes van con otro atropello», opinó el uniformado. «Se nota en los jóvenes hay una barrera como que no tienen frente a si y la traspasan permanentemente».
Luego fue el turno de Adriana Rossi quien explicó, en su contacto con Bien Temprano por Canal 5, que “hay una especie de cultura de la violencia muy estimulada también por los medios de comunicación. Primero los hechos delictivos están siempre en la primera plana, es una forma de tener notoriedad, segundo es que si miramos lo que transmiten los hechos delictivos es acción muertos, esa es la película que se instala y naturaliza la cuestión de la violencia. Los jóvenes son los más receptivos y en la ciudad hay una trama determinada por la presencia del narcotráfico, pero no somos Colombia ni México, estamos muy lejos y tenemos una historia distinta».
«En Colombia se insertó en una trama muy compleja donde estaban los grupos alzado en armas y los paramilitares que acá no existe y en México tiene una frontera con EEUU por lo que es el país privilegiado para poder pasar la droga al otro lado», evaluó la integrante del Llamamiento de los 100 para seguir viviendo, «los carteles en Colombia empezaron a desestructurarse y decidieron no formar grandes carteles y formar pequeñas empresas, una especie de pymes que renuncian a grandes ganancias que tenían antes en funciones de su seguridad y pasaron el gran negocio a los narcos mexicanos».
«Acá estamos lejos de esto, es en una ruta del narcotráfico que se ha ampliado porque toda la lucha contra el narcotráfico en todo el continente en lugar de frenarlo ha hecho que se expanda en el sentido de que buscan rutas más seguras. Una es la que va de Colombia, Perú, pasando por Bolivia, Paraguay, la frontera argentino-brasileña y se va hacia Africa, porque Africa central entra ahora de lleno en la distribución que va a Europa y Asia», dijo la experta.
«Acá la trama es muy complicada porque es país de consumo, por otro lado de tránsito, y por otro es el país que siempre proveyó precursores químicos para elaborar cocaína. Ahora en vez de contrabandear insumos químicos, se instalan pequeñas cocinas sobre todo en zonas de fronteras. Mexicanos y colombianos, los capos vienen a Argentina, no para instaurar el narcotráfico, sino como países de resguardo donde pueden estar tranquilos, pueden invertir dar una educación a sus hijos y mantiene esa cuestión más pacífica», afirmó Rossi, a lo que Corbellini agregó que la aparición de narcos de esas nacionalidades «en Rosario no pasó de un caso aislado, pero a veces pueden estar en países como Uruguay o Argentina.
«Estamos lejos de llegar a la situación de México o Colombia», insistió la experta de la UNR, «pero no son solamente los medios de comunicación. Hemos vivido décadas de marginación, entonces los jóvenes han sido los más excluidos y sienten que no tiene futuro, que no son nadie. Y si tu vida no es valorada por los demás y ellos tampoco valoran la propia vida, porqué van a valorar la tuya», concluyó Rossi.
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