Un operativo policial realizado anoche por efectivos de la Comisaría Seccional Séptima de esta Capital, terminó con decenas de aprehendidos y el reclamo de sus allegados, quienes denunciaron irregularidades en el procedimiento y apremios ilegales por parte de los uniformados. Asimismo, aseguraron que sintieron un tiroteo previo a los acontecimientos e incluso que hubo disparos durante la intervención del personal policial.
Poco después de la 1 de la madrugada, familiares de personas que habían sido privadas de su libertad durante la “razzia”, se acercaron a la redacción de El Esquiú.com, y narraron su versión de los hechos.
Una mujer de apellido Salles contó que se encontraba en el interior de su domicilio ubicado en inmediaciones a la expista, y que despertó a su hijo al sentir la balacera. Como su hija estaba en la vereda, ambos salieron y en un instante vino el grupo Kuntur y se llevó al joven, al que habrían golpeado según atestiguó la madre.
Por su parte una joven madre de apellido Díaz, concurrió con su bebé en brazos y explicó que en su casa del barrio Eva Perón “han pasado todos los motorizados y volvieron, estaban los de Infantería, todos, y nos han puesto a todos de rodillas, éramos cinco que estábamos sentados en la vereda. Y a mí con la chiquita me han pechado, y han empezado a hacer tiros. Había mujeres con hijos, tiraban los hijos y lo llevaban al padre”, relató.
“De adentro de la casa te sacaban. Encima nos dijeron ‘no, si estamos en un operativo, ya lo soltamos’, pero llamaron el móvil y lo tiraron adentro”, agregó.
Por su parte, la mujer de apellido Salles se mostró de acuerdo con que se realicen operativos por razones de seguridad, pero reclamó sobre el modo “¿Pero por qué les pegan si están en un operativo o razzia? Mi hijo no estaba tomando. Una cosa es que estén haciendo razzia y ellos estén tomando, bueno está bien que vengan y los lleven, pero no pegarle de la forma en que les están pegando. Están dele gritar los chicos, no puede ser», se quejó.
Asimismo explicó que por preocupación “todas las madres llegaron a la Séptima, fueron en auto, en moto, caminando, porque no saben por qué los levantan y los llevan, y va el móvil lleno de chicos”, al tiempo que denunciaron que entre los capturados había menores de edad.
“No sé qué será lo que pasa, les dije, yo tengo acá el documento de mi hijo ¿qué pasa? Y no dicen nada, y yo siento los gritos de que le pegan adentro”.
También denunciaron que los numerarios no dejaban ingresar a la dependencia a personal médico “No dejan pasar la ambulancia. Los policías se han parado en la puerta y no dejan pasar al SAME, a nadie”.
“Nosotros preguntamos ¿hubo un robo, algo? Y no nos contestan. Porque bueno, si hay un robo está bien, tienen que entrar a la casa, requisar, pero no”.
Por su parte, Díaz coincidió en que si están en la calle “está bien si los llevan bien, pero no, han venido, lo han agarrado del cuello, le han pegado y recién lo han cargado al móvil, y ahí adentro lo iban moliendo a golpes”.
Otra mujer contó a la prensa radial que tiene vainas adentro de su casa, por los tiros que realizaron los uniformados, y que las puertas del ingreso a su vivienda están rotas, porque forzaron las aberturas para ingresar a llevarse a los aprehendidos.
En otro caso, un hombre denunció que su hijo volvía de trabajar cuando fue interceptado. Una vez en la Comisaría, un efectivo lo habría reconocido por ser cliente de la farmacia en la que se desempeña el joven, por lo que fue liberado minutos más tarde.
Horas después, al menos la mitad de los aprehendidos había recuperado su libertad.
Unas 50 personas se congregaron frente a la Comisaría, y se fueron retirando pacíficamente a medida que sus allegados iban siendo liberados.
Por su parte, desde la Comisaría no se hicieron declaraciones en torno al episodio.
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