En la mañana de este jueves los penitenciarios del complejo San Felipe encontraron muerto en su celda a un joven de 18 años. El cuerpo no presentaba signos de violencia. Sin embargo, el médico forense en su primera evaluación de la necropsia descartó que el preso haya muerto por causas naturales.
Jesús Ortega ingresó al penal el pasado martes 4 de junio. Estaba procesado por el delito de robo agravado. Se encontraba en el sector A7, sitio donde están alojados los jóvenes adultos (de 18 a 21 años). Allí compartía su celda con otros dos jóvenes.
Alrededor de las 8 de este jueves los penitenciarios fueron hasta la celda de Ortega porque no lo vieron en el sector donde debía estar. El cuerpo estaba boca abajo, según lo manifestó el director del Servicio Penitenciario, Eduardo Orellana, de acuerdo a lo informado por los guardias. Cuando lo dieron vuelta advirtieron que estaba muerto.
El funcionario le contó a Diario Uno que el miércoles por la noche el joven estuvo vomitando, aunque él no lo vio, pero se lo expresaron los guardiacárcel. En ese sentido, aseguró que el cuerpo no tenía signos de violencia.
El médico del Penal examinó el cadáver y estimó que Ortega había muerto unas tres horas antes de ser encontrado sin vida, es decir, alrededor de las 5.
El fallecimiento se rodeó de misterio puesto que se desconocían las causas y como dijo Orellana, no había signos de violencia o agresión en el cadáver.
El Cuerpo Médico Forense examinó el cuerpo y como resultado preliminar determinó que Ortega no murió por causas naturales, según confiaron fuentes ligadas a esta área profesional.
La fiscal Daniela Chaler, quien tiene a cargo la investigación, al ser consultada sobre este dato importante, que puede girar la causa hacia un homicidio, respondió que por el momento “sólo se puede decir que no se saber por qué murió” el preso y que las “causas son dudosas”.
Agregó que recién la semana próxima el forense le entregará un informe completo, una vez que estén los resultados de los análisis de Anatomía Patológica y Laboratorio.