(Los Ángeles) – La aprobación de la Propuesta 36 por los votantes, que limita el alcance de la ley conocida como “three-strikes” (tres delitos) de California, constituye un paso significativo para la adopción de un sistema más humano de aplicación de penas en ese estado, señaló hoy Human Rights Watch.
“El programa de graduación de penas de California basado en los tres delitos podría permitir que se condene a prisión perpetua a personas que cometieron delitos menores, como el hurto en tiendas”, comentó Alba Morales, investigadora en justicia penal de Human Rights Watch. “Al rechazar este tipo de penas inhumanas y desproporcionadas para delitos que se cometieron sin violencia, los ciudadanos de California están sentando un precedente que debería ser replicado por otros estados”.
La Propuesta 36 reforma la ley sobre tres delitos de California que data del año 1994, y elimina la aplicación de penas extremadamente severas a delitos no violentos. Hasta ahora, las personas que habían sido condenadas por dos delitos violentos o graves recibían necesariamente una pena de entre 25 años y prisión perpetua si eran condenadas por tercera vez, independientemente de si el tercer delito revestía naturaleza violenta o grave. La Propuesta 36 mantiene la posibilidad de incrementar la pena en el supuesto de una tercera condena por delitos no violentos, pero pone fin a la aplicación obligatoria de penas que iban de los 25 años a la prisión perpetua en estos casos.
Un importante número de votantes de California aprobaron la Propuesta 36, similar a la cantidad de personas que votaron a favor de la ley de los tres delitos de 1994, que también se sancionó mediante consulta popular. El proceso de iniciativa ciudadana permite a los electores de California presentar proyectos legislativos y solicitar que se sometan a consulta popular.
La ley californiana de 1994 sobre tres delitos fue la segunda de este tipo que se implementó en Estados Unidos y propició que se impulsaran leyes similares en distintos puntos del país. En el momento de máxima popularidad de la ley sobre tres delitos, el gobierno federal y 26 estados contaban con este tipo de sistemas de aplicación de penas, si bien el sistema de California fue el más estricto y es en este estado donde se registra la mayor cantidad de internos que cumplen penas de prisión perpetua de todo el país.
En California son más de 4.000 los reclusos que cumplen penas de prisión perpetua impuestas en virtud de la ley sobre tres delitos. Más de 2.000 de estas personas recibieron su tercera condena por un tercer delito no violento o no grave, como hurtos y tenencia de drogas en pequeñas cantidades, y esto permitiría que se reconsidere su pena conforme a la Propuesta 36. California fue el único estado que aplicó la ley sobre tres delitos a ilícitos de menor gravedad.
En parte debido a que la imposición de penas persigue fines punitorios, como sucede con la ley de los tres delitos, la población carcelaria de California aumentó estrepitosamente en las últimas décadas. El deterioro de las condiciones fue tan significativo que, en 2011, la Corte Suprema de Estados Unidos determinó que el hacinamiento impedía que el estado pudiera ofrecer a los internos el nivel de cuidado que exigía la Constitución, y ordenó a California que redujera su población carcelaria.
La aplicación más frecuente de penas de prisión perpetua contribuyó además al envejecimiento de la población carcelaria, un tema que Human Rights Watch analizó en su informe de 2012 “Old Behind Bars” (Ancianos tras las rejas). El informe indicó que la proporción de personas mayores que estaban en prisión en California se había quintuplicado entre 1990 y 2009.
Si bien la nueva reforma de la ley tiene efectos retroactivos, la reconsideración de las penas será discrecional. Quienes estén cumpliendo condenas establecidas conforme a la ley sobre tres delitos podrán pedir que se reconsidere su pena, pero corresponderá a la justicia adoptar la determinación final acerca de si resulta pertinente en cada caso individual.
La Propuesta 36 no aborda todos los problemas del sistema que aplica el estado para fijar la pena a quienes reinciden por tercera vez, como por ejemplo que los ilícitos cometidos por menores puedan computarse a efectos de calcular los tres delitos. No obstante, esta reforma parcial constituye un paso en el sentido correcto, manifestó Human Rights Watch.
“Condenar a las personas a envejecer y morir en prisión por delitos que no son graves es una decisión desproporcionada y cruel”, señaló Morales. “Al aprobar la Propuesta 36, los ciudadanos de California han votado a favor de una reforma sensata y justa”.