En EEUU se ha publicado hace pocos meses “The Bubble Abogado: Una profesión en crisis” (Steven J. Harper), un intento de desmitificación de la profesión de abogado en ese pais que ha sacudido los cimientos de uno de los colectivos profesionales mas amplios y poderosos del mundo.

El autor, prestigiosísimo abogado estadounidense, expone en tan relevante trabajo, básicamente que los abogados no serán víctimas de cambios económicos a corto plazo ni sacudidas coyunturales, sino por las negativas tendencias a largo plazo del modelo actual.

Sin llegar a profetizar que los grandes bufetes de abogados se extinguirán como los dinosaurios, el libro alerta de los cambios fundamentales en la profesión con los nuevos tiempos, y no está de más recordar aquello de “Cuando las barbas de tu vecino veas mojar, pon las tuyas a remojar”.

Veamos los datos en que apoya su tesis el autor.

 

1. El hecho del desencanto de los nuevos graduados en Derecho. Se gradúan anualmente en EEUU 45.000 estudiantes con un promedio de más de 100.000 dólares en deudas, y sólo la mitad de ellos encontrarán a largo plazo el empleo a tiempo completo que requiere un graduado en Derecho.

2. Expone el reclutamiento abusivo de los abogados jóvenes por las grandes firmas de abogados,como fuerza de choque para el trabajo tedioso, cuel modalidad de “esclavos trajeados”.

3. Como consecuencia de la crisis económica, las grandes empresas son reticentes a pagar facturas legales elevadas a los bufetes contratados, que a su vez como respuesta han tenido que recortar conceptos de facturación.

4. Como consecuencia de la globalización, una parte creciente del trabajo jurídico (especialmente las labores tediosas de revisión de documentos o valoración de pruebas periciales ) se envía al extranjero. Para EEUU, abogados en la India y de otros países con salarios mas bajos están dispuestos a hacer el trabajo de los bufetes americanos por una fracción sustancialmente menor.

5. Como consecuencia de los avances tecnológicos, el software legal hace labores de revisión de textos así como consigue grandes economías de procedimientos de búsqueda de información, para las que antes se precisaban abogados.

6. Estamos ante un mercado laboral rígido e insensible. No es capaz de absorber tantos graduados en Derecho e incluso hay graduados que se lamentan de que su titulación es un obstáculo para obtener un trabajo de menor cualificación.

7. En particular, Harper cuestiona el competitivo modelo americano y concretamente los grandes bufetes cuyos socios maximizan sus beneficios a costa de los jóvenes abogados.

8. Con carácter general señala que la baja en la demanda de abogados ha llevado a que descienda la oferta de abogados. Y también descienden las ilusiones de quienes quieren ejercer la profesión, como avalaría el dato alarmante de que las Universidades estadounidenses cuentan con un preocupantedescenso del número de alumnos matriculados en derecho hasta arrojar un hundimiento…¡ del 38% desde 2010!. Las Facultades de Derecho han reducido el número de asignaturas, de aulas y de profesores.abogacía en crisis

Tales afirmaciones y datos son valientes y probablemente certeros, pero no está de más precisar que se refieren al modelo americano, donde los asociados son vasallos que sirven al señor (socios) en condiciones de lealtad y dedicación muy competitivas, donde se factura ciegamente por horas mas que por resultados, donde las grandes empresas confían en grandes bufetes como los Corleone en sus “consiglieri”, donde mueres por tu empresa si no matas por ella…

En fin, comparto la opinión del profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de New York, Richard A. Epstein, quien ha criticado a Harper por una doble razón.

Por un lado, porque Harper se refiere a un entorno propio del “Big Law”, los aproximadamente doscientos bufetes que sirven a grandes corporaciones empresariales o clientes pudientes, en condiciones de competencia y presión, reflejadas en telefilmes americanos. No es el caso de la legión de abogados americanos que se especializan y atienden un grupo modesto de clientes.

Por otro lado, por haber eludido referirse al fenómeno que mas daño hace a los pequeños bufetes y profesionales independientes referido al ascenso de los bufetes de abogados “low cost” o de asesoramiento por internet que ofrecen formularios y elaboran documentos privados (testamentos, arrendamientos, recursos no judiciales,etc) .

Sin embargo, salvando las enormes distancias, hay que sacar enseñanzas y estar alerta en el caso español a la necesaria reconversión de la profesión de abogado.

 

http://contencioso.es/2013/12/03/el-abogado-burbuja-profesion-en-crisis/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+contencioso+%28El+Blog+de+Derecho+P%C3%BAblico+de+Sevach%29